Las Casas se vio citado como testigo de abono, indirectas y tachas por parte de Carranza, y compareció ante la inquisición repetidas veces entre 1559 y 1562. En 1562 declara que conoce a Carranza “mas ha de 20 años” es decir, 1542: Las Casas está en España y tienen lugar movidas cortes y la visita del consejo de Indias; es cuando ofrecen a Carranza la sede de Cuzco, y repulsa una dignidad que llevase cargo de almas: esto obedece a causas profundas, y el secreto lo tenía Fray Bartolomé de Las Casas. Intervino personalmente para convencer a Carranza. “por no dar una bofetada a la virtud”
Pero también rehusó esta mitra Las Casas.
A partir de 1539 Carranza había abordado el tema americano mientras explicaba la moral tomista. El problema de los títulos de conquista. Sigue a Francisco de Vitoria. Carranza niega la validez de tres títulos de conquista: el derecho del monarca cristiano a subyugar a los infieles, el derecho del emperador como monarca del orbe y el derecho real por comisión pontificia.
Niega la coacción de los infieles, por comisión del Papa. Niega la obligatoriedad a quien no quiera oír la predicación.
“los infieles son verdaderos señores de sus cosas, como lo son los cristianos “
“Si los cristianos hacen alguna guerra injusta contra los infieles, como se ha hecho alguna vez contra los indios, en este caso podrían ser despojados y hechos cautivos por los infieles y estos adquirirían justo dominio sobre los cristianos”
Las Casas vuelve a España en 1547. Fija residencia en Valladolid. Fue admitido en el colegio de San Gregorio, donde residía Carranza; éste, en 1550 rehúsa la mitra de Canarias. En Mayo de 1551 parte para Trento como Teólogo imperial. Vuelve en enero de 1553, deja el provincialato y se recoge en San Gregorio, prosiguiendo sus actividades de cátedra, pulpito, inquisidor y rector de conciencias. En Julio de 1554 sale hacia Inglaterra en el cortejo del príncipe D. Felipe, para volver a Valladolid ya arzobispo de Toledo a mediados de agosto de 1558, y al mes sale para Yuste. Aquí es el momento de relación personal entre los dos.
Las Casas certificó sobre la ortodoxia doctrinal de Carranza. El viejo obispo, oyente furtivo y curioso de las lecciones del joven profesor, Compartió con él sus problemas de director de conciencias “…no tiene ingenio para encubrir herejía ni maldad con fingida santidad…”
En 1541/42 toma parte en las juntas de teólogos y juristas que darían lugar a las celebres leyes de Indias. En 1550 vuelve a tomar parte en la junta nombrada por Carlos I para examinar la obra de España en América, siendo testigo del duelo Las Casas / Sepúlveda; en la junta de abril de 1551 se abstuvo de votar por razones desconocidas.
Residiendo el Príncipe d. Felipe en Inglaterra por su boda con María Tudor, Las Casas se da cuenta de que es junto a él donde se ha de reñir la batalla. Escribe un memorial a Carranza en agosto de 1555.
Carranza pierde los papeles en una ignorada junta de Londres frente al obispo de Cuenca. El tema “si era bien vender a los indios…” casi se lían a hostias, (discutieron muy vehementemente) por “defender fray Bartolomé de Miranda el libro del obispo de Chiapa…”
El asunto vender o no a los indios. Personalmente veo que en este momento está la clave: si bien la envidia andaba anidada, al oponerse a la esclavitud se granjea la enemistad de los codiciosos y avaros que pretendían la esclavitud como negocio: aliando fácilmente estos dos parámetros más por intuición que por certezas pienso que es en esta oposición donde Carranza firma su condena. No fue políticamente correcto.
“los españoles que pasan por las indias, han de pasar por bien de los indios” Carranza.
Miraba América con respeto y sentido de la responsabilidad. Quiso ser misionero, pero no obispo.
7 de noviembre de 1559 comparece Las Casas ante la inquisición como testigo citado por Carranza. Ya había recusado a Valdés; entre los testigos de la enemistad estaba Las Casas. Éste no declara, enjuicia.
Carranza tenía una serie de temas en los cuales Valdés entraba en controversia:
-La obligación de residir los prelados en su sede (Valdés era cortesano)
-La provisión de chancillerías y consejos reales en persona de obispos. Carranza lo condena. Valdés lo practica.
-Si los inquisidores habían de ser teólogos o juristas.
-Habla el de Chiapas también de Cano y Soto.
-Destaca el exceso de Valdés contra Carranza. Acaba acusándolo, por omisión de “haber resultado en favor de los herejes de Inglaterra y Alemania”
El fiscal recusó por parcial el testimonio de Las Casas.
1561, 10 de noviembre, en Madrid es la 2º vez que Las Casas se presenta ante la inquisición. Habla ante Gaspar de Zúñiga y Avellaneda, arzobispo de Santiago y juez, aceptada la recusación de Valdés... Solo le preguntaron si había oído decir algo.
22 septiembre de 1562, en Madrid citado por Carranza como testigo de abonos. Limosnero, honesto, etc. O sea, habla bien de él.
Cree haber oído que Ruigomez de Silva le avisó que le querían prender... También que Carranza no quiso negociar la revocación del breve de prisión en Roma.
Carranza confiaba en Felipe II.
También conocía la entrevista con Seso y Cazalla.
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