“y que ellos nunca se lo quisieron dar, y que el dicho Fray Bartolomé le decía que no le curase, que mas serviría a Dios en no ser fraile, y cree este testigo que se lo decían por no afrentarle, por tenerle por converso”
Juan Sánchez había querido ser fraile: Carranza y Villagarcía le habían disuadido de ello, y se lo contó a Isabel de Quiñones, que declaró en la Inquisición el 5 de mayo.
El 8 de mayo Alonso de Losada, canónigo, presenta en Orense ante Francisco Blanco unos papeles que le había proporcionado Cristóbal de Padilla: los somete al examen de la inquisición porque había sido apresado; en esos papeles salía el nombre de Carranza.
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