domingo, 21 de septiembre de 2014

Inauguración otoñal

LLega la lluvia, y nada soluciona. Se ha destrozado la cubierta vegetal, sustituyéndola por arbustos, y artificios de arquitectura y modernidad que niegan a la arquitectura y a la naturaleza, y en nada cambia el hecho de la lluvia; por arriba se ha destrozado el suelo en todas sus vertientes y formas, por abajo se ha seccionado el discurrir de los acuíferos laminando el subsuelo y horadando sin sentido en pozos y cimentaciones, carreteras del absurdo y túneles sin razón: la lluvia será un momentáneo respiro, nada que vaya a ser utilizado hasta su último aprovechamiento; se deslizará, sin pena ni gloria, ni aprovechamiento.
Somos reos de la peor hez de la historia, y estamos siendo sometidos por agobio y cayendo en la esclavitud, abandonándonos a ciencias de todo a cien y apariencia banal, chiste facilón y risilla de sobrado, la de los tontos del pueblo; La simpleza estulta de abominar de los pantanos porque los había hecho Franco implica ignorar a Sagasta y toda la historia de España. El general que empezó a hacer pantanos en España fue Trajano, y el agua nos conforma y configura: como espacio definido, como sabiduría en sus formas: las fuentes y balsas, acequias y regatos y lavaderos y bibeles, donde se cuajan sociedades y se afianzan situaciones, en ríos y trabajo, sudor y esfuerzo, que da de sí España y todo su magma cultural: García Lorca y Paco de Lucía, Éste lado de la galaxia y la Saga/fuga de JB; el flamenco y Velázquez.
En Buñol la única fuente que no tiene advocación es la de La Violeta: caminar hasta allí se convertía en un rito de amistad adolescente que casi todos hemos compartido: ahora, por los problemas de erosión geológica, laminar, y forzada para desecar el pueblo y cercarnos por hambre y sed, la tierra allí es casi polvo, una tierra roja que se disuelve en polvo y sale volando, dispersa.
A mis mocedades y hasta hace poco esa tierra siempre era húmeda, y con un enorme grado de portabilidad: la tocabas y se te quedaba la mano roja y de difícil lavado, no es nada fácil deshacerse de esa mancha, y ahí caminábamos adolescentes encantados de descubrir el mundo con ilusiones pueriles y rotundas certezas de las piernas femeninas.
Ahora la tierra húmeda es polvo. Pero si nosotros apasionados y fugaces pegábamos un revolcón de apremio en los bancales, dejaba huella: era el momento, porque al llegar a tu casa la ropa llevaba la huella roja de la tierra, con lo cual los padres (que creo que aunque mandara Franco querían a sus hijos) ya sabían de qué fragor apasionado provenía esa mancha: las madres aleccionaban a las hijas; a los hombrecillos nos alertaban de los peligros de la pasión y etc, sobre todo del etc.
de tal modo las señales de la privada pasión, llegaban a donde debían llegar: y ese era el momento de hablar con el hijo, la hija, y hablar de la sexualidad, en los términos y condiciones que cada familia considera, usa, y respeta por su propia tradición.
Tal es el momento de habla de sexualidad con los hijos, no cuando dictamina un politburó ajeno y doloso sumiso al oro de babilonia que reparte el banco central alemán.
Ese es el momento, no otro.
De tal manera a lo grande la cultura configura el espacio para que el hombre se adecúe a la naturaleza, de la misma manera que adecúa la naturaleza a sí, y se acomoda en la tierra a prosperar y ser trascendente: y en lo grande se configura España y el mundo, y en los pequeños detalles son las familias, los pueblos, los que conforman a los hombres en su virtud y rituales, que apechugar con toda la cultura que conlleva un revolcón en La Violeta nos ha costado dos mil años, y ahora en persecución de una modernidad como excusa de sumisión y obscena entrega impúdica, nadie recuerda a su primera novia, el sexo es una rutina abominable, nadie tuvo
 una primera novia
un primer drama
un primer amor.
Y así, la tradición da belleza hasta en las formas, da libertad en las familias, en la personas, da arte y belleza, da configuración y sosiego que en sí mismo da el problema y la solución; de modernidades no está saliendo nada bonito, ni en arte ni en ciencias, ni en parejas, ni en historias de amor: todo es vulgaridad, obscena banalidad y desprecio a la sublimación del querer y a lo bonito de ser hombre.
Y todos saben inglés.
Aún guardo recuerdo de las manchas, aún tengo esos sentimientos guardados en el almario con cuidado, aun tengo su imagen sobre mí y así quede.
Al futuro recordarán esta época como la abominación y el horror: toda belleza es pervertida, toda bondad perseguida, toda infamia alentada.
Porque para hacer esclavos lo primero es destruirles la identidad, luego cercarlos por hambre y sed, y luego vendernos a Jerjes para que arrase entrando desde las Termópilas, lo primero es hacer pisos y destruir fuentes y lavaderos, acequias y balsas, lo primero es alentar la codicia, el diablo sabe muy bien manejar la condición humana.
Pero en las grietas está Dios, que acecha.

martes, 16 de septiembre de 2014

Moradurías

ándese con prudencia vuesa merced, que andan los tiempos recios” no vayan a ir a la inquisición y le vayan a levantar algo, le decía Santa Teresa a San Ignacio mientras ambos estaban en todos los puntos de mira de la época; “Tristes tiempos éstos, en que no se puede hablar ni callar sin peligro” dictamina Luis Vives, y todos en ello andamos: una sociedad en la que los excelentes comunicamos por la red y rehacemos las tramas de contacto mediante la comunicación electrónica y la masa dictamina, otorga y sobre todo condena, y si acaso juzga: lo único que ha cambiado es el punto referencial de la propaganda, que es la base de toda moda y modernidad desde 1789, cuando empezó la mentira a ser la ley, por la cual se empezó una inefable etapa de esclavitud y abominación de la cultura: la historia fleja en Trento, y a partir de ahí la propaganda sustituye a la comunicación en el hiperbóreo concepto de la historia y la cultura.
El sistema se establece en 1789 y muere matando, incapaz de reconocerse a sí mismo en su infamia; la historia vira en Trento donde se fija la justificación de toda infamia en la interpretación versátil de la verdad; en estos tiempos la propaganda sólo tiene efecto sobre aquel que quiere creérsela y cada vez menos, y cada vez más se generan espacios seleccionados (y no selectivos) de relación donde la estupidez no tenga sitio: y sigue la propaganda manipulando a la gente por oleadas, y debemos escondernos de tal marasmo de confusión y horror para poder discernir la realidad y nuestra propia vida, y cada vez quedan más en evidencia todas las artimañas del mal para sembrar la confusión y continuar en la impudicia; a cada día se intenta prefabricar lideres de mesa camilla que son ridículos por donde se los mire, y siempre hay tontos que pican (éste es el verdadero profeta, os lo digo yo que he seguido a muchos, y de esto entiendo) y siempre hay un resguardo a la excelencia y la persona en los rincones de la blogosfera: andan los tiempos recios; nada nos turbe, nada nos espante.

viernes, 12 de septiembre de 2014

El ahorcado en el árbol

“Bien está, que no sois aun capaz de estas verdades
Seso, corregidor de Toro, había cogitado sobre el purgatorio, entrando en herejía: Cazalla lo quiso denunciar a la inquisición, Carranza lo disuadió; en una conversación en la cual Seso estuvo modoso y reverencial, se sometió a la autoridad del arzobispo “y ahí quede la cosa” pero, cuando un petimetre engolado entra en soberbia, con un cargo o una fama sustentada en cargo público, considera que puede dar lecciones sobre todas las cosas: véase cualquier fantasma en España con título dado por el cargo, que establecen la realidad a cada minuto con una rotundidad apabullante, que cada día es vencida y renovada en una nueva murga.
Y Cazalla se exculpó en el arzobispo, y Seso usó la condescendencia para seguir en sus trece: el alguacil de la inquisición lo apresó en Roncesvalles y lo puso ante el juez, con varas de justicia.
Carranza ´había estado en Trento, y además del rango teológico de la justificación por la fe, tenía la dimensión del problema en todos sus rasgos y con todas sus perspectivas: ahí se dilucidó la modernidad, y no venía Carranza a discutir con un petimetre engolado de aldea satisfecho de haberse conocido a sí mismo, por mucho rango que le diera la administración: no le dio la mayor importancia, y eso, fue un error: el ejercer canónicamente como sacerdote le valió que los canonistas se le echaran a la yugular: Melchor Cano andaba porfiando, y tantos otros; en la tormenta que le habían gestado al arzobispo, todo fue utilizado en su contra, y no hubo nada a su favor.
Y toda la envidia nacional se puso al servicio de la inquisición, y todo odio fue arma para su encarcelamiento, todo era sospechoso en el: y hasta San Ireneo llegó a resultar sospechoso de herejía, cuando no pasajes del Evangelio: El inquisidor general Valdés logró su propósito: siendo teológicamente nulo, durante más de diecisiete años usó su poder para mantener encarcelado al arzobispo: ejecutó una venganza, se vengó en Carranza de su propia ignorancia, y ocultó su mangancia de la casa de mercaderes de Sevilla, que había dejado seca y no había fondos para la batalla de San Quintín: buscando un culpable horrible y desatando el fuego de la inquisición, el humo de las hogueras disipó su mangancia; tenía el favor del Duque de Alba, resentido, porque en el sínodo de Londres Carranza se había opuesto vehementemente a sus negocios de modernidad, y resultas de aquello ni el Duque de Alba tuvo su negocio moderno, ni España tuvo esclavos: a Carranza se lo hicieron pagar, aunque quedó absuelto días antes de morir, le hicieron pagar caro el hecho de la honestidad y la coherencia y la defensa de España.
Pero España no tuvo esclavos.
Y hoy, todos aquellos que no son capaces de estas verdades, dictaminan sobre el agua, sobre el patrimonio, sobre la historia, sobre la economía, sobre el ser humano y la condición natural del ser, ahorcando en el árbol de la calumnia y la ignominia a todo aquel que, sabiendo, habla: la Ley de Lynch se impone al conocimiento, le llaman democracia.
Y cada día en España se inicia un nuevo proceso a Carranza, encarcelando al enemigo del sistema o aplicando la damnatio memoriæ y mediante la calumnia y la maledicencia, cada día se inicia un nuevo proceso que queda siempre injustamente olvidado; pero nada de que alarmarse; cada día aquí en España se crucifica a Cristo entre el jaleo y la algarabía, y la gente al amanecer actúa como si nada hubiera pasado, queriendo creerse que la infamia caduca.
 
Conviene hacerse
el hombre ya mudo,
y aun entontecerse
el que es más agudo
de tanta calumnia
como hay en hablar:
sólo una pajita
todo un monte prende
y toda palabrita
que el necio no entiende
gran fuego prende;
y, para se apagar,
no hay otro remedio
si no es con callar.




















jueves, 11 de septiembre de 2014

En la aurora, Nueva york

La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno

La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.
La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.
La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible:
a veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.
Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraísos ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.
La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.


lunes, 1 de septiembre de 2014

Ladrones,hez, gentuza.

Intentaban entrar a robar en mi casa.
Mis perros me han avisado: son cachorros, pero apuntan muy buenas maneras. Enseñaban los dientes rugiendo sordamente hacia adentro; me han enternecido, los cachorrillos.
Yo, con el hacha, emplazaba al individuo a que lo hiciera: “Baja, si tienes huevos
No ha bajado, y hay un hachazo en la cabeza que queda esperándole: ni mi hacha ni yo tenemos prisa, el hachazo a quien quiera perturbar la paz de mi casa es una garantía que doy, de serie. Los coches llevan ABS, mi hacha y yo llevamos RIP.
He avisado al número de emergencias por el móvil mientras emplazaba la escalera para poder acertar mejor el hachazo: aunque la coquetería me lleva al disimulo, no llevo nada bien la vista, y sin gafas las cosas se distorsionan; en la distancia corta es más difícil fallar, pero ha debido de actuar algún cuerpo o instancia policial y han desmontado el andamio que habían montado y habían desaparecido cuando he montado la escalera.
Mi hacha sabrá esperar.
Intentaba el facineroso, a la distancia de la altura, justificarse en que iba a reparar la trasera de un vecino que da a mi casa: como Dios manda en Buñol, a mí nadie se había molestado ni en informarme, por la mera cortesía vecinal de la que tanto se me acusó de carecer cuando se me denunciaba por encender fuego en mi chimenea.
Por supuesto, he remitido un escrito al alcalde pidiéndole el amparo y protección del municipio, cosa que me honraría tener, sea dicho; pero la cosa es de trama local muy asentada: y luego pasa lo que pasa en Puerto Hurraco y la gente se extraña.
La presunta casa que el rufián quería presuntamente arreglar, da a mi casa. Pertenece a una familia que mantiene una fábrica de papel en la zona de policía del río, utilizando el cauce para las faenas fabriles y como almacén; no debe ser delito ambiental, claro; debe ser una casualidad, como lo es que, de tal familia, sea el candidato a la alcaldía por el psoe local, que, casualmente, todas las noches de fiestas de San Luis cenaba con el arquitecto local, que es responsable directo de los desmanes que enuncié en “Buñol, Castroforte del Baralla” y un individuo que por el aspecto, intuyo, debe ser el que intentaba asaltar mi casa.
Pero claro, el malo soy yo.
Asalto casas sin avisar, sin permiso, sin razón ni motivo, intentando imponer mi voluntad.
He pedido al alcalde que emprenda las acciones judiciales pertinentes, y, si no hay al menos cuatro o cinco encarcelados por intento de robo ( o asesinato, ¿quien sabe a que venían a entrar en mi casa?) no puedo pensar más que tal ilegalidad tenia el tácito permiso del arquitecto municipal, y del concejal del psoe, porque montar un andamio para entrar a una casa no es cuestión menor.
Si eso lo hace un gitano, ya estaría él, y sus amigos, todos en la cárcel.
Encima, el arreglo que querían hacer, presuntamente (y es mucho presumir) es cambiar una pared original por un enlucido hortera, de mal gusto, y degradante a la vista: por supuesto, sin ni siquiera consultarme, este resultado querían obtener:
Sept 2014 027

Donde, ahora está esta pared:

Agosto 2014 004
Si, estos son los que han alicatado de rosa el castillo de Buñol en nombre de la cultura y no se qué mandangas.
Y claro, por supuesto manda en mi casa el estilo, buen gusto, conocimiento de la historia y de la estética de cualquier cualquiera que quiera modificar mi casa a su discernimiento si es que lo tiene. Y encima van de petimetres engolados rezumando soberbia en su estulta ignorancia.
Suponiendo que sea cierto lo de que eran unos albañiles, y no fuera una coartada para robar, o asesinarme.
Amenazado ya estoy, nada que extrañar.
A esta hora, no he obtenido contestación a mi escrito a la alcaldía pidiendo su amparo, ni, en los bares de la plaza, nadie me ha cotilleado que haya sido encarcelado nadie.
Si este comportamiento no es delictivo tengo un montón de casas que dan a la mía, empezando por la del presuntamente beneficiario de los asaltadores; y desde luego, sé tratar cimentaciones, tejados, y demás elementos que dan a mi casa: puedo alterar de tal modo todo aquel elemento que me parezca mal hecho, de mal gusto, o de mal acabado, de índole hortera o simplemente zafio; o puedo considerar el cambiar la prognosis visual de algunos tejados, y puedo hacer lo que me dé la gana, si el ayuntamiento lo permite, haré, literalmente, lo que me dé la gana. Corra el agua por todas las tablas.
Si ha de haber terror que no sea yo sólo el aterrorizado por el poder arbitrario, autoritario, despótico, zafio, soez y sumiso a la codicia.
Y viene el invierno, y luego, pasan cosas: ya está bien de que sólo me pasen a mi.
Estoy siendo acosado y constantemente vigilado, intentado humillar y acorralado por el poder político local, pero claro, los problemas que tiene Buñol son los de la mujer en la India.
En España, 2014, el poder político local acosa a alguien que les resulta molesto: tengo un teclado armado, y se manejarlo.

Lo que ya sucedió, vuelve a suceder.

Nire aitaren etxea
defendituko dut.
Otsoen kontra,
sikatearen kontra,
lukurreiaren kontra,
justiziaren kontra,
defenditu
eginen dut
nire aitaren etxea.
Galduko ditut
aziendak,
soloak,
pinudiak;
galduko ditut
korrituak,
errenteak,
interesak,
baina nire aitaren etxea defendituko dut.
Harmak kenduko dizkidate,
eta eskuarekin defendituko dut
nire aitaren etxea;
eskuak ebakiko dizkidate,
eta besoarekin defendituko dut
nire aitaren etxea;
besorik gabe,
sorbaldik gabe,
bularrik gabe
utziko naute,
eta arimarekin defendituko dut
nire aitaren etxea.
Ni hilen naiz,
nire arima galduko da,
nire askazia galduko da,
baina nire aitaren etxeak
iraunen du
zutik.

Honra y prez

¿Cuando llegaré?
¿Cuando llegaré, a Santiago?
Hoy volverá a la cueva: nunca llegará a Santiago, queda en la cueva a nuestro cuidado, y atención: El camino de Santiago acaba en Buñol.
Exactamente cuando el enviado del padre en su busca encuentra al crío durmiendo en la cueva: San Luis Bertrán no llegó a Santiago, escapado de su casa en su infancia. De algún sitio me venía mi vis huidiza.
En Breaking bad el protagonista elabora una trama para la supervivencia de su familia al ser consciente de la proximidad de su muerte, que acaba con todo lo que él pretendía conseguir; la presciencia de la propia muerte suele conllevar grandes epifanías, grandes evidencias, muestra el calado del ser, y cuando hay tal presciencia se es consciente de cual es el tamaño y dimensión de la ballena: una vez parte el Pequod, jamás parará; San Luis supo la fecha exacta: san Juan de Ribera, el amigo de Garcilaso, fue el que lo acogió para el fin, en la fecha exacta que había anticipado: ante notario, por si acaso cabían dudas, y no fue suicidio.
Tiempos de reciedumbre y grandeza, en los que pululaban por ahí una buena cuadrilla: Santa Teresa, San Ignacio, Fray Luis de Granada…gente de bien, que de cada paso la huella perdura, haciendo sobre la impronta de la huella el fundamento basal de España.
Con Fray Bartolomé de Las Casas era de la partida que ponía en firmeza a los conquistadores que, mediante la fuerza, abusaban del poder sobre los indígenas; la copa y la serpiente de ahí le vienen; y desde luego, abominaba de la codicia, de la avaricia, de la impudicia del poder político.
¿Qué pensáis que es toda la hacienda del mundo sino un poco de estiércol y basura?
Y supongo que de él también me viene la afición a la lectura.
En Buñol, hoy la lectura es una afición desaparecida, y son clandestinos los pocos lectores que hay: la directiva constante, soberbia y persistente del poder político hacia un tipo de lecturas, no por su interés sino para evitar que se caiga en otras lecturas fomentando esas (beneficio inmediato) ha acabado con la lectura, con la ortografía y con la gramática: se fomenta el analfabetismo desde la altura moral que la soberbia otorga a los incultos: de todo saben más, de nada han estudiado, pontifican sobre lo que desconocen. Pero en la avaricia han sustentado una trama de codicias para el enriquecimiento de fortunas sin escrúpulos en la cual en su propia entropía de inmundicia se han envilecido por el afán del dinero: intentando destruir la trama viaria y edificada de Buñol, ponen a la vista su belleza; y la horripilancia de su “alternativa” que justifican en la “modernidad” que sólo es una estabulación en pisos soviéticos de molde y vulgaridad, sin personalidad,
en impúdico reto de ciencia sin raíces
han sepultado la luz por cadenas y ruidos, y aun pretenden ser los protagonistas de la vida de García Lorca, sin haberse molestado en leerlo ni mucho menos en comprender que esa obra niega todo afán del poeta: más les vale la imagen idolatrada, lejos de la persona, que él y su obra, y en semejante magma de confusión, siguen sublimando en su soberbia un afán sectario en el que a nadie engañan más que a sí mismos, porque ya todo quedó a la vista, y toda artimaña es rápidamente desmontada, toda trama fallida, toda excusa invalidada: se fomenta y jalea la pederastia, todo vicio es aclamado, toda aberración sublimada; ahora recogerán el botín y se excusarán de cualquier modo para desaparecer, como la banda de facinerosos que son. Intentan ahora negar el agua a la gente en la excusa de su carencia: el manantial de San Luis, junto a la cueva donde durmió el niño, ni crece ni mengua, pero haber sido falaces en el trato de sus sistema de distribución genera no pocos problemas: de fácil solución, por eso se magnifican para intentar aparecer como superhéroes en calzoncillos al dejar de romper lo que andan rompiendo, pero todo se les ha ido de las manos, como su propia vida, enrolados en la justificación de su adolescente e impúdica leyenda personal.
Y bueno, Buñol, como España, anda en tesituras letales:
Se promueve la ignorancia para acobardar y dominar al pueblo.
Fomentando la división y la discordia social para atomizar a los individuos mediante la desconfianza recíproca.
Y se  empobrece y somete al pueblo con cargas económicas de larga duración.
Tal cual Alfonso X el Sabio había definido en Las Partidas: la definición de Tirano. Seguimos modernizando, inventando la realidad a cada día, sin molestarse en saber que todo lo ha sucedido vuelve a suceder y pocas novedades hay y nada de lo hecho ha sido ni siquiera novedoso. Sigue la hez política en su cinismo e hipocresía empobreciendo Buñol, saqueando España; lo cual ya sucedió: como San Ignacio y Francisco de Borja, Santa Teresa y Quevedo, San Luis aberraba de la hez política
Todos los que rigen y gobiernan están a dos dedos de dar en el abismo del infierno
Hoy vuelve San Luis a la ermita, y en Buñol empieza el invierno, que va a ser duro, y más que albergar monstruos nos deja sumidos en la monstruosidad, en la impudicia y la aberración, en el cinismo y la hipocresía como forma de gobierno y la génesis constante de problemas para justificar existencias ignominiosas; empieza el invierno que va a ser duro, y revelador; empieza el invierno, que traerá certezas de infamias y evidencias de envilecimiento; puestos en descubierto los sectarios ladrones, el desamparo de la gente será intentado aprovechar por vendedores de nuevas marcas de crecepelo; mientras no se vuelva a la humildad y al trabajo como norma, al vino como alegría y no como magnificación de la amargura, y a la propia vida como sentido único sin alardes ni sublimaciones, bien no irá nada, porque estos neoprofetas de la modernidad ya aburren, y España necesita volver a su ser, Buñol necesita de su condición humilde para poder recuperar su grandeza.
España necesita de su condición humilde.
Que no se preocupe San Luis por no llegar, que a Santiago ya vamos dejando claro de donde venimos los que de Buñol vamos, y volvemos a presentarle credenciales y pasarle el parte; que quede en la ermita, que guarde Buñol, que falta nos viene haciendo.
San Luis, honra y prez.