martes, 21 de abril de 2015

¡Oh capital, mi capital!

Por tamaño y población, Grecia es lo ideal para experimentos que luego, debidamente aderezados, padecemos todos: ahora todo el dinero va a un mismo control, pronto vendrá el de las personas: a poco que te preguntes, te das cuenta de que el dinero no se corresponde a nada, no hay un valor real detrás ni se corresponde con la producción de nada: el dinero se ha convertido en una mercancía que se justifica sólo en su misma existencia, y en esa trampa la vida de la gente fluye, escapándose de sus manos en necesidades y agobios sin fundamento.
El dogma es que el dinero es necesario, en su falsedad, obliga a que todo sea censado fiduciariamente: y nada más importa: luego, exigen atenciones de persona en base a fundamentos de frases vacuas, pero siempre en un sistema de vida urbano, universalizado, y con un fundamento inexorable: “no se puede hacer nada” o “no podemos volver atrás” o “no queda más remedio que tirar adelante”  andan en esas excusas de indolencia y gandulería, y en ese paso, todos corriendo hacia las cámaras de gas neoinventadas y sublimadas por la propaganda, el soma ha funcionado, y la gente se cree en posesión de su vida y su consciencia, cuando son programados y manipulados al hastío.
Lo de la moneda en Grecia preludia la necesidad del capitalismo fiduciario de control unívoco y concreto de las personas: pronto será el “debate” la paridad euro-dólar ya decidida, y se verá como un todo irrevocable e irreversible: como la neolingüa, como el destino inexorable de los replicantes de Blade Runner, y cuando digan que “no queda más remedio” la gente lo acatará sin más, y adelante, ahondando en su hundimiento, y aumentando por días la bajeza y envilecimiento de la gente, uno a uno.
La aberración de socialismo en Rusia ha sido abolida por una nueva aberración capitalista; la excusa del capitalismo para ajustarse a sí mismo pues es otra: si no la energía, la farmacéutica, pero hay una necesidad de polarización evidente, en la cual hacen falta muertos y cada muerto abona siempre la tendencia marcada previamente: lo de Libia clama al cielo; lo de Libia, con bombas de la empresa de Morenés que compró la ministra CHacón y pagó el ministro Morenés, bombas de racimo contra la población Libia, que vivía muy bien con Gadafi, pero que interesó apiolar previa campaña de propaganda: al bombardeo de Libia con bombas de racimo por parte del ejército español con el PSOE al mando no hubo nada que objetar; todos los haraganes anti-lo que manden, tan orondos, el que no quiere ver la cosa es simplemente que no quiere verla.
La unión Europea es una falacia mal inventada y peor trabada: más unión había cuando había fronteras reales y humanas, no capitalistas; lo del euro es una trampa mortal para sajar a la gente y crear una ficción de modo de vida adecuada a los intereses espúreos del capitalismo, siempre cambiantes, siempre de toda la vida. Lo del crecimiento, sea “sostenible” “moderato” o “andante” es otra impostura numérica de justificación del imposible, que se fundamenta en el mantenimiento de una estructura fabril a cualquier precio, sólo por su propio mantenimiento, porque ya, necesario, sólo es el dos por cien de la producción fabril. Lo demás, superfluo, cuando no molesto.
Y todo el sistema engarzado en un círculo de redes conectadas y sistemas concéntricos y centrípetos que a su vez generan sistemas que generan sistemas que generan necesidades que generan pérdida de tiempo, hastío y aburrimiento: Bertalanffy pensó sobre lo hecho, no generó la estructura de un infinito bucle que se redunda a sí mismo sin más justificación que la propia indolencia y la absoluta necesidad de obviar lo evidente y enfangarse en el sistema como inamovible, en el cual todo vale, siempre que sea por triplicado, y hacienda como nueva jerarquía eclesial de inquisición general, con la gente ya dictaminando que “hay que pagar impuestos” y la obligación, y la ciudadanía: nadie dice de ser personas.
Todo se ha ido por el sumidero, y la gente sigue esperando órdenes que le llegan cada día en un nuevo sistema de murgas obsesivas generalizadas mientras el sistema muere matando, pero sin recambio a la vista en este magma inane de sudores sin fruto, ciencia sin raíces y números sin fondo.
Pero en las grietas está Dios, que acecha.

viernes, 17 de abril de 2015

La edad es el medio

Mientras la leyenda negra, se establece como inmutable el retraso ancestral de la Edad Media: espantosa, horrible y horrorosa; con brujas y opresión por los señores feudales y la iglesia por todas partes. En lugar de ciencia, supersticiones.
Ni San Agustín, ni santa Teresa, ni santo Tomás: como mucho se les aplica Edad Moderna, pero ni mirarlos: simplemente, dictaminado que no había actividad intelectual, se desprecia y ni se lee: se puede mencionar a Avicena o Averroes, pero como multiculturalidad y como la riqueza que el Islam dio a España.
Porque no van a ser españoles confundidos de religión, la riqueza es el Islam: por eso, una vez expulsados, replicaron lo que habían engendrado aquí al otro lado del estrecho hasta el mar arábigo.
Todo menos asumir que vinieron a aprovechar la estructura romana de España, y por sí mismos nada aportaron.
En la Edad Media había pócimas, conjuros, superstición: de repente se ha acabado el colesterol para todos, se acabó la gripe aviar y se acabó el cáncer de mama: pero claro, eso es ciencia; las pastillas no obedecen a conjuros, aunque ahora lo llamen ingeniería social. La endeble mentalidad de la gente, y la escasa formación que se proporciona en las escuelas de concentración les hace creer todo, sobre todo lo que lleva a la indolencia: Poe tomaba cocaína, ergo la cocaína es lo que hace ser buen escritor; tenemos la excusa para tomar la poción, no vamos a ponernos a trabajar y estudiar como él, tomamos la poción mágica, y todos escritores: con vestirse de parafernalia y adobarse de ego, ya está todo: nuestra estupidez la llamamos excentricidad creativa, y adelante. Y como la corrección política obliga a “la positividad” y los chakras alineados, que no es superstición, nadie les dice que son redacciones de bachilleres sublimadas, y nada más, y ahí va la cosa: nada se publica que valga la pena, ya la creatividad va por la red.
Y la piedra filosofal, que sólo quería convertir en oro; ahora, tenemos los rayos uva, la cosmética, y la extensión a los hombres de tal multitud de afeites que son más endebles y repipis que una novia cursi, pero claro, eso son cosas con omega tres, con bifidus activo, con avanzada estética, no es que sean idiotas, que lo son, es que todos se consideran en posesión de la juventud eterna, hasta las abuelas operadas que resultan abominables a la vista: es que consideran que vencen a la ancianidad, que vencen a la muerte, la máxima soberbia.
Es que tanto abominar del pasado y tanto que hemos progresado, ahora la esclavitud está servida, por hacienda, por la banca, por todas partes el control y la esclavitud están garantizados “jurídicamente” mientras la libertad es delito de lesa humanidad; ahora todo son alharacas y esparajismos porque han muerto en pateras no sé que cantidad de gente: hay que fletar un barco para evitar que se ahoguen ¡Oh, que solidarios que somos! nadie señalará a las mafias de moros traficantes de esclavos que los envían al mar en esas condiciones a precios abusivos, nadie pedirá explicaciones a los países arábigos y moros de porqué no acaban con esas mafias: todo a favorecer la invasión.
Y tanto control de la vida de la gente, pero nadie controla a los fabricantes de armas, ni de explosivos, para poder controlar las animaladas sanguinarias que sufrimos por televisión, para recrecer nuestro victimismo y estupidez: nadie dice de controlar las fábricas de armas y su tráfico, de eso, no se habla, sólo nos lamentamos de las víctimas, y según sean de los nuestros o no.
Pero claro: primero talibanes, luego al qaeda, luego hermanos musulmanes, luego estado islámico, ya vendrá el estado de los hermanos islámicos, y luego vendrá la madre de tanto hermano, y a saber que nueva memez para seguir en el engaño.
Vivimos en la permanente mentira y engaño, cosmética e hipocresía, y mentiras a raudales, y la gente las jalea porque lo ordena cada sanedrín, y nada de juicio crítico real hacia nada, pero claro, en la Edad Media estaban atrasados.
Al menos en la Edad Media se pagaba el diezmo, el diez por ciento, ahora se pagan animaladas para la nada y se justifica todo con verborragia cientifista. Pero es ciencia, no superstición: bien demostrado que lo del clima cambiático era una estafa, hasta por los que lo inventaron, aun hay quien lo jalea: porque es ciencia, no superstición; y a cada temporada una murga nueva, para vendernos victimismos y engendrar miedo: pero eso no es superstición, que va, es ser asertivo, positivo, con bífidus activo; tenemos una sociedad de sumisión feudal al amo: ahora lo llaman líder del partido, sea local, o nacional; de esclavitud real: la banca os controla, más que nadie; se quejaban de la manipulación de la iglesia: véase los medios antiguos de información; la mentira es jaleada, la persona perseguida, la verdad ocultada, y la gente jaleando una u otra secta de la hez, encantados de su propia esclavitud.
Annakin pasa al lado oscuro cuando quiere creer que puede vencer a la muerte: es la máxima ambición, ser como Cristo venciendo a la muerte, que no en su imitación, y su infierno paga; ahora quieren vencer a la muerte, a la vejez, una eterna juventud fundamentada en pastillas de colores y negación de la realidad: la gente ya no muere, desaparece, y lo que perturba el universo particular de cada uno se obvia y se le niega la existencia, para no ser molestados en su autoadoración cosmética: pero sigue existiendo la muerte, y el azar, que golpea a todos y cuando son víctimas no saben asumirlo: pero eso sí, hemos progresado mucho.

lunes, 13 de abril de 2015

Heisenberg 53

Ningún sistema puede ser estudiado desde dentro del mismo sistema: corolario: sólo los excluidos del sistema y apartados de él, son capaces de verlo en toda su dimensión. Advienen elecciones: espectáculo y circo que nos lleva de la nada a la nada en impúdico afán de autojustificación: de abajo arriba, de arriba abajo, porque falla todo por la base: todos piden tu voto, todos prometen lo mismo, todos son igual de originales “por el cambio” y llevamos con el cambio del recambio para el cambio cambiante desde 1879: ya debe ser tan recauchutado, que mejor será dejarlo en la cuneta. Porque la falacia, de verdad me resulta repugnante a fuer de falaz: si se va repasando, muy pocos candidatos viven en el lugar al cual pretenden gestionar “cambiantemente” pero viven en otro pueblo, de tan conscientes que son de la realidad y las necesidades. Viven en otro pueblo, y su afán es buscar un medro político, o una resistencia, a cargo del presupuesto, hasta la jubilación, ansiando irse a envejecer a cualquier sitio menos en aquel en el cual pretenden ejercer la gestión.
¿De que extrañarse? está gestionando España una hez cuya mayor ansia y filiación es mandar a los hijos a estudiar fuera, a vivir fuera: todos los cargos, en llegando a cierto nivel, se buscan el apaño en sus paraísos adolescentes soñados: véase todo el jaez político de los últimos cuarenta años: todos a vivir fuera “por necesidades del trabajo” y cuentos similares; todos mandan sus hijos a escuelas de adoctrinamiento en extranjero para mandarlos fuera a la mayor brevedad posible; y se jalea el buscar trabajo fuera como si eso fuera en sí un éxito, y hay de facto una emigración mayor que en todas las oleadas desde que está estudiado el fenómeno migratorio.
Han cedido sus casas solariegas y su vida apegada a la tierra por la facilidad de afán monetario; han cedido su ansia de una vida plena a cambio de una vida a precio tasado y horas iguales medidas con metrónomo por un salario infame, han vendido sus raíces y su razón por un plato de lentejas ¿como van a gestionar bien los que no han sabido resistirse en sí mismos al canto del dinero, los que hacen del dinero su afán y razón, y su loa de gestión va referida siempre al dinero? no hablamos de vidas ni de desarrollarse, ni de mejorar la propia vida mejorando tu pueblo, hablamos de sálvese quien pueda, pensando que siendo los primeros del bote salvavidas al menos flotarán.
Porque todos desaparecen del sitio que han “gestionado” porque nunca han vivido en él, ni han pensado en mejorar una vida que, conforme nos ha sido dada, y con humildad, podamos dejar mejor preparada a nuestros hijos: para que yo viva bien, mi vecino ha de vivir bien, y con respeto y humildad, se sale adelante: nadie triunfa en su propio pueblo, lo cual es motivo de alegría, (orgullo, y satisfacción) pero es que el asunto no es la opción de triunfo o fracaso, es el desarrollar una vida en todo su avatar y concepción, y con humildad, si no podemos mejorar lo que hemos recogido, al menos no estropearlo para el futuro: usando cualquier excusa para que nuestros descendientes no vean la magnitud de la catástrofe creada, la neurasténica necesidad de destrucción en el afán soberbio de inventar el mundo sabiendo más que nadie, y fracasando en todo, porque el éxito no existe: los concursos de misses, sean de fallera mayor o de Warhol, son una falacia protestante fiduciaria para inventar nuevas formas de productos para la nada, vidas cosméticas de apariencia y vacuidad, sin transcendencia ni plenitud, formas vacuas de corrección y vacío, que llenan todo de insatisfacción y neurastenia.
Todos prometen nuevas formas de gestión, todos se someten a un manual en el que es lo mismo un hábitat disperso en Cantabria que un pueblo andaluz, gestionan todo conforme les manda el politburó correspondiente, de manera que se genera un sistema de sumisión aberrante a las directrices siempre ridículas de gente que desconoce la realidad por jamás haberla hollado; gente que desconoce el frío y el calor, gente que vive una vida de ciencia sin raíces para generar sudores sin fruto: mientras tanto, la señorita del abanico va por el puente del fresco río.
Imponerse a la realidad obliga a reescribir toda historia para ajustarla a la necesidad del momento, se abona la confusión y el desconcierto: pero al final la realidad se impone,por muy brillante que parezca el becerro de oro, al final la gente es de donde es y ahí quiere desarrollarse, vivir y morir, y nada de vidas migratorias de sentimientos migratorios, fotos a millones y poca variación, variedad y variabilidad en lugares, vestimentas y vidas; la clave está escrita, y todo volverá a su cauce, por abrumadora que parezca la oleada.

miércoles, 8 de abril de 2015