Los contactos para recibir las órdenes de la camarada Seminova serán los que establece el procedimiento revolucionario: extremando las precauciones, en el corazón del enemigo capitalista debemos ser extremadamente prudenciales. Prudencia.
La inserción ha sido correctamente llevada a cabo. La camarada Putiffa ya ha embobado al petimetre. Ahora debe cumplir las órdenes voluntariamente obligatorias de la camarada Seminova: el petimetre ya ha explicado con entusiasmo su gran rango científico; el asombro de Putiffa parecía veraz: se ha entusiasmado explicándole la profunda y amplia necesidad de sus estudios, el petimetre se esmeraba intentando apabullar a la camarada que realmente parecía creerlo. Varias veces al día la visita en su habitación y se esmera en su papel de arrogante y displicente, aunque culto y comprensivo. La sugerencia de la Putiffa de conocer sus estudios han activado todos los mecanismos neoburgueses: se ha mostrado dispuesto a ayudarla con la condescendencia y la prepotencia propias de los idiotas. Ha picado como un tonto, que es lo que es: esperemos que llegue a ser útil. Debe llegar a la conclusión de que el humo de las fábricas quita el frío del aire, y por tanto hará que la tierra vaya a la catástrofe si el mundo científico no hace nada por evitarlo; en un momento en que el imbécil se creía un hombre, en el despacho del hospital, le ha comentado que a lo mejor le servían de algo unos papeles que había cogido al tuntún en el despacho del medico que le arregló primero en Moscú;...“había cogído unos papeles....” en el policlínico 13; pero no sabía que significaban, enrevesados, para ella.
Los papeles escritos por Lysenko en persona, personalmente, han dado las claves para que el pingajo creyera que tenía “una línea de investigación” pero ante la camarada les ha quitado importancia, cuando se los traducía del ruso, como quien no quiere la cosa: aunque le ha insistido en quedárselos “como recuerdo” El imbécil ha picado, y con una manipulación de Lysenko sobre sus estudios hechos del efecto del frío en el cuerpo de Uguin y debidamente orientados para que el “en su inteligencia” saque las conclusiones que nos ha dado la gana, se ha puesto a trabajar mientras va siendo condescendientemente amable con la camarada Putiffa. En las siguientes reuniones no ha vuelto a mencionar esos papeles: considera a la Putiffa una tonta útil para sus fines, como pretendíamos. Ya ella va manipulando adecuadamente para que él considere que la camarada no tiene suficiente nivel para permanecer a su lado, y el a su vez considera un peligro tenerla cerca, para que nadie le quite su afán de protagonismo burgués. Debe crecer en él la firme convicción de que es un genio que ha descubierto los orígenes del fin del mundo. Dado su cargo de asesor en la ONU una vez el haya demostrado cientificiamente que el humo quitará el frío y eso es malo, habrá que dar pábulo por todas las estructuras insertadas a la magnificación del problema y establecerlo como dogma sine qua non para desestabilizar al enemigo capitalista y comenzar la destrucción de sus complejos industriales. Sólo la industria soviética es realmente necesaria; sólo la planificación adecuada puede generar complejos industriales.
Será un proceso a largo plazo. Pilotándolo debidamente, generaremos la incertidumbre que es el caldo de cultivo para la proliferación de las células revolucionarias.
Quedando la misión cumplida, sometemos el informe a la consideración de la camarada Seminova, V. y del camarada Lysenko.
No hay comentarios:
Publicar un comentario