Juan de Valdés

(1498-1541) En 1529  publica El diálogo de doctrina cristiana, en el cual se fundían temas erasmianos, paulinos y principios de los alumbrados (si, los recursivos illuminatti de las novelas baratoides) Puesto en el Índice (1531), marchó a Italia; primero a Roma (1531-1534) y después a Nápoles (1534-1541). En torno a él se formó un cenáculo rico en contactos.  Entre ellos Vermigli, uno de los teólogos de la Reforma.

Valdés, que había leído a Lutero y Bucero, negaba el libre albedrío: «Judas no podía sino vender a Cristo». La justificación imputada —aunque en algunos pasajes hablaba, como Melanchthon, de justicia infusa—, es uno de sus temas;  daba importancia a la iluminación interior, como los espiritualistas. La Sagrada Escritura es útil a los principiantes, mas a quien ha progresado basta el Espíritu Santo.

Vittoria Colonna, viuda  de Ferrante d-Avalos, marqués de Pescara; amiga de Giberti, había tomado contacto con Valdés en Nápoles en 1530. Favorecida por sus ingresos en Roma, apoyó a los capuchinos, cerca de 1534, cuando fueron forzados a entrar en los observantes y después fueron expulsados de Roma.

La marquesa de Pescara marchó en 1537 a Ferrara, cerca de Ercole II d’Este y su mujer Renata de Francia, protestante que había acogido a Calvino. Ferrara formaba parte del ducado estense con Módena: obispo, Morone, que había impreso el Beneficio de Cristo y había llamado a Vermigli «a predicar para extirpar esta herejía luterana». Renata, fue forzada a la abjuración, pero mantuvo el contacto con Calvino.

Vittoria se acercó después a Lucca, que tenía otro cenáculo de la Reforma. En 1541 Vittoria se establece en Viterbo, donde estaba asociado el cardenal Pole. Viterbo habría sido el lugar de la difusión del valdesianismo. Valdés, convencido de la verdad del principio de la justificación por la sola fe, habría intentado de hacerlo aprobar en el ya inminente concilio de Trento. Y,  habría tratado de llegar a Pole y Morone, y por medio de ellos, a Trento.