Mientras espero órdenes para la acción directa sigo manteniendo y ampliando mi círculo de tontos útiles en Stalinamérica. Dada la nula capacidad fornicia y su enorme capacidad de alarde, los tontos útiles son una fuente inagotable de información y a su misma vez de frustraciones.
Debo solicitar confirmación por conducto reglamentario (que lo adjuntaré en mi próximo informe por quintuplicado) sobre lo revelado por un petimetre engreído que tras intentar apabullarme con su maravillosa inteligencia acabó exhausto enseguida (como todos) y me confesó tras una reeducación que no llegó a los cinco minutos, que él realmente era un agente de la CIA pero que esperaba medrar y ascender a lo más alto en la profesión, con derecho a despacho y furcia en exclusiva. Que retrasados sexualmente están los neoconservadores. No me extraña que teman tanto al científico avance del socialismo: parece que un tal McCarthy está asustado ante el imparable avance de la revolución: el enemigo siente nuestro aliento en su nuca.
Este petimetre si se confirma que es un agente de la CIA, va a ser divertido ver como el solo se entrega a nuestra causa, para pasmo del capitalismo fascista y reaccionario.
Adjuntaré asimismo una solicitud de información sobre el tal Castro, F.
1 comentario:
menudos elementos..
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