El vigor de la progrez

Se ven obligados por las apariencias las dos ramas del sindicato vertical a convocar una huelga: para el otoño, supongo que en recuerdo de aquel “otoño caliente” que nunca sucedió. Se ven obligados por las apariencias porque han entrado en paradoja, en cruel paradoja y se les ha visto el pelaje por todas partes: como toda la satrapía de la hez política, intentan salvar su sistema de vida “estado del bienestar” confundiendo y enredando: todos sabemos que el sistema ha caído, y cada día entran en paradoja, lo cual si abstraes es hasta divertido; cuando entras a lo que nos afecta y cuanto, irrita.

En absoluta paradoja: como somos la izquierda estamos en posesión de la verdad, verdad que nos apabulla y nos obliga a revelarnos como lo que somos: no es que seamos antifranquistas, es que queremos ser como Franco; y así va todo. Paradoja total.

En1616 en Japón decidieron acabar con el catolicismo. El que continuara siendo católico tendría pena de muerte.

Había que acabar con los católicos, y además certificarlo. Algún funcionario del Mikado dio con la fórmula idónea. Escribió una declaración para certificar que no eran creyentes. La declaración decía: “En el nombre del Padre, del hijo y del espíritu santo, por la Virgen María y todos los ángeles, digo que reniego del catolicismo.Y si rompo este juramento perderé la gracia de Dios para siempre y caeré en el estado maldito de Judas Iscariote.

 

Pues así es la manera de comprender todo en España hoy.