Hondamente honrada y científicamente halagada, me ha sido encomendada mi primera misión como agente. Por la estructura orgánica quedo bajo las órdenes del camarada Uguin, y como revolucionaria científica siempre le consultaré mis pasos, como el gran maestro que ha sido en todos los ordenes de mi vida revolucionaria. Consultado sobre la índole de la misión y el carácter del individuo, sus consideraciones han sido la guía que ha encaminado mis pasos. Así, pese a mi afán por la acción directa, he refrenado mis instintos revolucionarios con gran esfuerzo y me he introducido en sus círculos y he seguido ampliando mi red de relaciones entre los tontos útiles. El tal Castro, F. tiene un hermano cuya desviación sexual en vez de considerar como un elemento contrarrevolucionario (que es lo que es) voy a utilizar adecuadamente enviándole los conspicuos huelebragas que pululan a mi alrededor en la sociedad: de ese modo, su amistad se convertirá en agradecimiento y sumisión.
Asimismo, pienso ponerlos en contacto con un resentido y amargado burgués que pulula por aquí, totalmente degenerado porque “lo ha dejado la novia” a tal punto de degradación humana llega la burguesía fascista conservadora; y debidamente orientados en la causa real de la vida que es el socialismo, organizaré alguna acción de efecto rotundo y letal, como me ha sugerido el camarada Uguin. El tal Guevara, E. es tan egocéntrico y blandengue que será un adecuado instrumento una vez bien dirigido.
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