Se ordena a la camarada Seminova, V. que permanezca en las tierras de Stalinamérica manteniendo su actual ritmo de inserción social y creando nuevos círculos de contactos lo más amplio posible para poder causar los elementos objetivos que propicien el inevitable triunfo de la revolución.
Asimismo se le informa que su inmediato superior en la Lubyanka es ahora un nuevo camarada aunque sigue permaneciendo siempre bajo las órdenes y supervisión directa del camarada Uguin.
Mi antecesor en el cargo, tras una reunión con el camarada Uguin para discutir sobre la adecuada terminología científica para referirse tanto a las camaradas del Koljós “Noches del Ártico” como a usted como agente, ha cesado en el cargo, voluntariamente.
Como muy bien argumentó el camarada Uguin, las koljosianas son parte de la raza superior que representa el socialismo, y pretender que constituyan unidades individuales en Dachas personalizadas, como pretendía hacer mi antecesor con la camarada Putiffa es una tendencia neoliberal ultraconservadora protofascista que niega los avances de la revolución, de la liberación de la mujer, y las juergas que él se corre.
Debidamente apercibido de su error contrarrevolucionario, y hondamente compungido, mi antecesor en el cargo solicitó ser enviado a un Gulag de reeducación, lo cual nos inundó a todos de solidaria alegría revolucionaria.
Lamentablemente, al prepararse su ultimo café de despedida de la Lubyanka, confundió en su nerviosismo, normal en estos cambios, el azúcar del café con el cianuro, por lo cual seguirá sirviendo a la revolución como parte de los cadáveres para investigación del policlínico 13 de Moscú.
Como su inmediato superior, le ratifico que las órdenes directas del camarada Uguin son indicaciones voluntarias de obligado cumplimiento, tal y como yo mismo acato, con enorme sosiego revolucionario desde que he abandonado la práctica de tomar café en el trabajo.
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