sábado, 5 de abril de 2008

Sosegando ánimos; aplacando voluntades, tendiendo puentes: pontifex Galaxia

Qui-gon Jinn recrimina a Jar Jar Binks: "la capacidad de hablar no te hace inteligente" la frase, es de una lucidez atronadora: la inteligencia ha sido desterrada de los humanos,  de forma evidente.

Se reproducen amplificadas todas las rémoras de la vida en España, y aquí todos siguen, como si no hubiera pasado. Repitiendo curso, hasta el infinito y más allá, mientras aquí La Galaxia hace tiempo que junto a la estatua de Ballantynes en la plaza de los Marinos Efesios saltó a la vez que iba con la barca a dar un disparo testimonial mientras me llevaba al Santo Cuerpo Iluminado: de tanto fatigar el conocimiento algo se me pegó; y España sigue repitiendo curso, hasta que el viento cambie: El cardenal Cisneros sólo impuso a Nebrija una maldad: los taberneros no le podían servir vino hasta que se ponía el sol; sólo él podía sistematizar la gramática y hacer de este modo la puerta del conocimiento, a la vez que la universidad; al tiempo, cualquier mierda de cualquier puesto de la administración, ya no digamos si está en la enseñanza, aunque sea de bedel, da lecciones y se atreve a gritar a la gente: eso sí: usan la gramática que les dan con el periódico del pais de obligatorio cumplimiento, y son capaces de enmendar al Papa: véase Pepiño, epítome de los triunfadores de la cultura en España: cualquiera señala faltas de ortografía, según una gramática que se elabora acorde a unos criterios en los cuales nadie ya sabe hablar y una banda de memas mal folladas dicen que hay que hacer que el Castellano no provenga del latín para que no sea tan machista. Todo vale para denigrar a cualquiera, máxime si le podemos dar, está sólo, o le pillamos en una debilidad: no le pagaremos el vino en la noche, por si hace una gramática, además. (no mencionaré la preceptiva literaria: ni saben que eso existe, y si alguno ha llegado hasta aquí, acaba de descubrir que eso existe)

Es España.

El hijo de Carlos I negó la amistad prometida y la palabra dada: el arzobispo Carranza sin ser hereje y sabiéndolo todo el mundo de su época, de ésta y de cualquiera, se comió el proceso de la inquisición más denigrante para la especie humana jamás habido; a las coimas y verduleras en los mercados les encanta seguir poniendo sambenitos y proclamando herejías; siempre hay alguien a quien señalar.

Siempre hay una mentira que decir; en tal de brillar en salones ficticios y creerse James Bond en Casinos de furcias a bajo precio.

Ya Quevedo señalaba a los vividores de villa y corte, que mediaban por todas partes para acabar siendo apesebrados al presupuesto, bajo cualquier excusa: Carlos de Seso es un gran ejemplo de ello; a fecha de hoy y mediante el control de unos presuntos medios de presuntas comunicaciones y presuntos conocedores de "la" verdad sigue picando la gente en que se ha de solventar todo según los criterios de la villa y corte. Mediante oficinas, salones, mancebías y demás centros, pero todo ha de pasar por ello, y la gente sigue convencida: a los vividores les sigue funcionando; como si la villa y corte además de nada tuviera algo.

Eso sí: los más conspícuos ecologistas viven todos en Madrid, de toda la vida.

Vividores, aprovechados, ladrones de todos los pelajes, coimas, furcias, pilinguis, pendones, y demás fauna de tales pelajes siguen haciendo el agosto en España.  Y aquí todo vale, mientras se diga en idioma políticamente correcto; que es la degradación de la persona a mero instrumento social: los utilizan y además se quedan encantados.

Y no pasa nada, de nada: aunque elaboremos un complicado lenguaje tal cual las normas gramaticales de Bastida, y apliquemos a la realidad el método paranoico delirante,  por mucho que lo explique, la gente sigue creyendo que eso les pasa a los demás, mientras ellos mantienen una creencia de que están libres de ello: son los esclavos encantados de serlo, y al fin y al cabo, aquí, o saltamos por la plaza de los Marinos Efesios; o nos vamos con la barca hacia el Santo cuerpo, porque si te quedas, te machacan.

Incapaces de reconocer la excelencía, demuestran sus sabias dotes de linchamiento. Lo llaman democracia.

Yo escribo lo que me da la gana: si escuece es porque es verdad; la soberbia les ciega y obnubila su criterio: hay uno que con dos hostias, se lo voy a apañar el entendimiento; sin ocultarme, no soy progre.

Yo escribo lo que me da la Gana. Nebrija bebía lo que le daba la gana cuando le daba la gana. Seguid insultando: mencanta.

 

 

Y no puedo resistirme a poner la foto de la pilingui en la fiesta del casino; por supuesto, rubia:

 

jabba el hut

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una pena todo, insultos, amenazas....

Tú sigue p'alante y aguanta ¿aguantas?

Siempre habrá alguien que te lea.

Para desengrasar, te pego esta canción que te gusta, pero en otra versión distinta de aquella de Linda Di Franco.

Dirigiendo el cotarro, nada menos que el autor: Burt Bacharach

http://es.youtube.com/watch?v=PyMxlqkCdaI

Espero que te guste.

Ignacio dijo...

Joder muchas gracias, es unbuen detalle, hoy

Pere dijo...

Una lectora más.

Protágoras dijo...

Hola Ignacio:

Magnífico post. Algunos te entendemos (cada día más).

Off topic: gracias por tu invitación al debate de ideas.

Nos vemos.

nadha dijo...

Buen posteo. Da energías así tan de mañana.

Besos

Váitovek dijo...

Ignacio:

Tengo la horrible sospecha últimamente de que el Santo Cuerpo Iluminado es de atrezzo, y las lampreas, de piscifactoría.¿Qué hago?

Ignacio dijo...

Volver a leerlo, entero

Váitovek dijo...

ignacio:

Sí, sospechaba que era la solución.Voy para allá, a renovar mi fe.