miércoles, 9 de abril de 2008

Me asome a la pantalla y estaba la chica de ayer

Deseando que la convenciera de regalarle un ipod touch a su hija por su cumpleaños. Con más de veinte suspirábamos por tener un walkman; ahora vemos a los nuestros y no nos vemos; fuimos una generación dividida, aunque ahora sea evidente entonces era soterrado; por un lado estaba la chica de ayer, y todo lo que era la alegría que tuvo España en los ochenta; esos grupos, todo era creatividad, alegría y belleza, a nuestro lado estaban los cenizos, que oían a Paco Ibañez, reconocido pelma que jamás hizo nada más que aburrir a aburridos y Miguel Ríos que era "autentico" sobre todo con su famoso canticio de "esta es la era de mister chip microordenador del porvenir que de momento nos quita el curro" y demás funestos que luego han querido a toro pasado "ser" parte de lo que jamás fueron; entonces nos marmolaban con que si era "música comercial" toda esa panda de cenizos, pelmas aburridos siniestros que jamás entendieron Alien ni Blade Runner, y que siguen convencidos de que ser cultos es saberse que libros hay que leer, no haberlos leído; y que eso si: obedecen a una liturgia de coro desagradable a fuer de aburrida, aburrimiento, tedio, cenizos. Nosotros nos divertimos, hicimos, gozamos y fuimos; ellos se reunían en debates imposibles sobre la realidad política de un presunto progresismo que ni entendían ni entienden, ni entenderán, porque van por detrás, como ese profesor de historia medieval de la Universidad de Valencia que en cursos de doctorado exclamo "ahora demostraré que internet es fascista" y yo lo oí porque pasaba por ahí; pero esos puestos los obtuvieron, todos, porque se dedicaron a lo único que saben hacer: denigrar, ningunear despreciar lo desconocido, no valorar la belleza ni el conocimiento ajeno sino solo una especie de secta paranoica que llevan en su cabeza; al punto de que han convencido a toda la clase política.

Y nosotros seguimos con nuestra creatividad, creciendo, viendo, asombrándonos y mejorando día a día, con nuestra rémoras y condición; y somos conscientes de que hemos de pedir perdón a nuestros hijos: dejamos que los cenizos, pelmas y aburridos se auparan sobre nosotros y tomaran el poder, y Rajoy y ZP ahora querrán ser de los nuestros, pero no lo fueron nunca, ni jamás lo serán, y nosotros, los buenos, los que siempre fuimos e hicimos nos dejamos destruir por esa gente.

Y ahora debemos pedir perdón a nuestros hijos por el deplorable espectáculo político; la carencia absoluta de creatividad en España, y una vez hecho, reorganizarnos, sacar  la bandera de "No mires a los ojos de la gente" y liberar a España de los pelmas y aburridos, que nuestras hijas no se merecen tanta confusión, maldad aspereza ni tristeza. Somos la alegría, ni zp ni Rajoy nos representan: a por ellos, que son feos, gorditos, mal hechos y no saben ni vestirse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que no, que tiene de todo... y ella ha pedido otra cosa.

La Chica de Ayer