sábado, 16 de febrero de 2008

La sublimación de la vacuidad

Rajoy demuestra que es el candidato ideal a la presidencia del gobierno, como sucesor de F. González: lo único que dice es que él lo haría mucho mejor, que es el que se merece el puesto y han puesto a un enchufado antes que a él que se lo ha ganado.

Toda la propaganda desplegada por el pp (partido progresista) está encaminada a demostrar que ellos lo harán mejor, con mejor caligrafía, y bien hecho, dentro de los cánones y la estricta ortodoxia socialdemócrata, con una pulcritud excelente, pero no dice que harán otra cosa, o proponen nada novedoso: lo mismo, corregido, aumentado y adornado, y nada más.

Eso sí: muchas caras ensayadas frente al espejo como adolescentes cretinas, mucho gesto y mucha posse, pero de interés, nada. No dicen nada: y en esa línea, detrás todos los candidatillos haciendo méritos ante el presunto jefe: ¿alguien ha dicho algo del trasvase? Que? ¿de la educación? ¿De la justicia?¿ De la seguridad? ¿Del ejército? ¿de los moros?

No me vale palabritas con doble sentido, comunico; que han dicho concretamente sobre algo concreto.

Los progres se han escindido en partido progre (PP) y psoe; simplemente, y es ver cual de las dos bandas de amiguitos manda ahora, pero realmente todos son amigos en el centrismo.

Y Rajoy está consiguiendo que la gente de derechas no vaya a ir a votar. Lo cual les honra: la abstención debe vencer estas elecciones, que se den por aludidos. No creo que hagan más daño los pepiñardos que los costa y demás así que da igual, da absolutamente igual.

Han convertido España en un país de cenizos y aburridos. Pelmas, sosos, amargados, malfollados y tristes; ¿realmente esto que llaman democracia es tan bueno?

1 comentario:

Anónimo dijo...

En materia de corrección política ya está todo inventado. Son dos caras de la misma moneda, el sistema manda: lo tomas o lo dejas. Pero la abstención es un arma de doble filo: si callas, otorgas. La inacción les da carta blanca para mayores abusos. ¿Moralmente tendríamos el derecho a quejarnos si no participamos en unas elecciones por absurdas que sean?

Lo de "cenizos y aburridos. Pelmas, sosos, amargados, malfollados y tristes" no me parece un problema del sistema democrático; me temo que en una dictadura, el infeliz que arrastre semejantes penas, sería igual de desgraciado y, además no gozaría de la libertad para poder expresarlo.

Clarice.