Aherrojados en la miseria, los vecinos toman decisiones para salvaguardarse en su estrechez; de ahí la belleza de esta obra: La estrategia del caracol cuenta como los desheredados del sistema intentan llevar su vida dentro de una miseria a la que ya se han acostumbrado; la película la recomiendo; la reflexión no hace falta hacerla: nos hizo gracia cuando el estreno; siempre hace gracia ver la picaresca en acción en un entorno que asumíamos a la miseria: ahora, estamos así, o peor: administramos miseria, porque nos han llevado a ella por el expeditivo método de la realidad, por el método de la rana, que de tan obvio y conocido renueva su eficacia a cada vez. Cualquier persona con un poco de sosiego analizará su vida ahora, hace diez y hace veinte años: quien no lo vea, es que no lo quiere ver. Estamos en la más absoluta miseria, la gente no tiene alegría, la amargura es la ley y la confusión la norma; la verdad está proscrita, y la sinceridad es pecado, pero por lo civil; la cursilada como norma la quieren imponer en el lengüaje, y la política sólo es la sumisión rastrera a leyes y normas, métodos y sistemas de otros países, de otras normas, de otros lugares. La crisis no es de dinero: miramos la piel amarilla y llamamos al dermatólogo, en vez de ir al hígado; la crisis es de la cultura.
Con aciertos y errores, y asumiendo el pasado, España saldrá adelante, los españoles son bragados; mientras nos sometamos a religiones y normas extranjeras de probada infalibilidad y omega tres con bífidus activo, nos iremos yendo a la mierda inexorablemente.
4 comentarios:
"Con aciertos y errores, y asumiendo el pasado, España saldrá adelante, los españoles son bragados;"
Dios te oiga Ignacio!
Comparto contigo Ignacio que "Estamos en la más absoluta miseria",cuando el alma de la mayor parte de los españoles está muerta, el hedor y la podredumbre acaban siendo insoportables y evidentes los signos del reino de la muerte, el Sistema no se fundamenta en el amor al hombre, a Dios. Una vez supimos ir más allá y en el esfuerzo de la cruz nuestro Señor nos regaló todo un continente, miles de Españas para gobernar, hoy somos los únicos que no tenemos allí ni 1m2, pero millones de almas que se apellidan como nosotros y hablan lo mismo con la lengua que con el alma. Tenemos que levantarnos y arrojarlos al mar con todos sus príncipes, ésta es tierra de María Inmaculada y sólo Cristo reinará y en Él todos los españoles. Un abrazo.
Lo de que los españoles somos bragados ya lo aprendieron a su costa las huestes de Escipión, ¡qué gónadas!
Lo que más me gustó de la estrategia del caracol ere, precisamente el viejo anarquista español que les enseñó a usar los explosivos. Esa escena explicando al joven: tu cuerpo a tierra, pero no pegues la barriga al suelo. Y cantando entre dientes el negras tormentas con el detonador en la mano...
¡Cáspita! He dicho "ere" en lugar de "era". ¿en qué estaría yo pensando? ozú.
Publicar un comentario