Significa “revelación” cosa que hay que tener en cuenta en estos días en los que todos se erigen en profetas del “ya lo dije yo” y sobre todo “si me hubierais hecho caso a mi” porque en Japón hay un problema de catástrofes, que han generado otros problemas: y ahora, hay que callarse si no se puede hacer nada, o ayudar, pero aprovechar la desgracia ajena para darse pisto, bombo propaganda y suficiencia, lecciones de cientifismo y vacuidades para llenar egos o justificar la propia vida, es de una infamia atronadora.
Mientras el hombre ande sobre la tierra habrá accidentes, sucederán cosas, cambiarán muchas, pero en lo esencial permanecerá todo igual; si de algo hay que reflexionar estos días, es de la condición humana y del sistema degradante, porque el tema en Japón está más que claro, y lo único que se debe hacer por ellos es nada, o quien pueda ayudar, ayude, pero por favor, menos afanes de protagonismo a cuenta de la desgracia ajena.
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