jueves, 31 de marzo de 2011

Ablación de la cultura

Le llaman rebelión, y lo creen: el montar numeritos intentando el sacrilegio en iglesias, la apariencia antisistema, el perroflautismo y la voluntad de la inocencia; que se les cae en su propia naturaleza. Han tenido todo un sistema educativo que los ha pervertido directamente; esclavos obedientes: pero votan a quien les dicen. Y perpetúan las consignas como dogmas con una vehemencia que ni los católicos con el Papa: el no a la guerra, que se les ha caído por todas partes; el prestige, que se les ha caído por todas partes; el antinuclearismo, que se les ha caído por todas partes; les queda hablar de la inquisición, y siempre la citan sin saber ni siquiera de lo que hablan.
Jamás conseguiréis sacarles ni una cosa contra los sarracenos, la ablación de clítoris o la precepción de la mujer como inferior: ahí ni se atreven a hablar.
El tal wioming verborragiaba el otro día en una de las tv del régimen contra la iglesia diciendo no se qué estupidez sobre la quema de Galileo; no es único, en un blog que se autodenomina científico y dicen muchas memeces siguen emperrados en que murió en la hoguera.
Galileo murió en su cama, después de haberse confesado; la iglesia le había condenado a tres padrenuestros, y nadie le pegó fuego: esta verdad tan evidente para cualquiera que estudie no tardará nada el que algún inteligente me pida que lo demuestre; citados los papeles de rigor, te dirá que es que la iglesia falsea para condicionar las mentes.
Si: y las monjitas tienen poderes y pueden volar.
Una cosa evidencian, demasiado: confunden el poder con la autoridad: en su rechazo le dan valor y reconocimiento a la autoridad de la iglesia; ellos, y quienes les manipulan; en su apariencia anti, son sumisos al poder tan inane y banal que nos ha conducido a este momento horrible de la historia. Dicen, y creen, ser luchadores de la libertad, y esa actitud justifica la muerte de Libios, que no la liberación de Libia o Irak; justifica el ofender a los católicos, que no oponerse a la ablación de clítoris; defender a Polanski en su infame crimen, que no a Van Gogh en su deplorable muerte.
Sumisos al poder, la reacción ante la autoridad los devela: se rebelan ante ella porque la reconocen.
Tal es el condicionamiento, adoctrinamiento y domesticación de toda la gente que ni siquiera por perspicacia son capaces de pensar; se aherrojan en sus cuitas demagógicas esperando que nadie les despierte de su infancia tan alargada, repleta de monstruos gigantes que les han inventado para mantenerlos dormidos.

2 comentarios:

María Cusí dijo...

Ni Dios ni la madre que los pario a todos

Interruptor dijo...

A veces la sabiduría popular es mucha: dime de qué presumes y te diré de qué careces

El que presume de antisistema es el mejor integrado en el sistema, de hecho es él quien da apariencia de consistencia al sistema por albergar a los “antisistema”.

Ya no sólo es falta de cultura, es falta de formación como personas y de capacidad de analizar y de pensar. Han fabricado robotitos teledirigidos incapaces de hacer nada diferente a lo que les han programado e incapaces de tener ideas propias.