En una escena creo que ya clásica, el oficial nazi en la puerta del vagón conmina a una madre a elegir cual de los dos gemelos que lleva en brazos ha de morir: “elige cual se salva” es una muestra clara de la crueldad infinita. El oficial nazi obviamente siempre podrá decir “es lo que ella decidió”.
Lo que no se si es tan conocido es que esa escena es de un oficial de Stalin en el holodomor. Y no fué película, que fué real.
En mi pueblo conozco a quien lleva ya en su familia cinco generaciones de opio; vino de la guerra del Rif con el bisabuelo y continuó la tradición; en el Calavera empezamos a disfrutar las mieles de las drogas concupiscentes cuando inventamos la realidad; teníamos veinte años, y un mundo que no sabía que éramos maravillosos y encantados de conocernos. Vino F. González, directamente del aparato del franquismo a gobernar el predio como lo que era: los señoritos andaluces no son sino un invento de la progrez: demostraron que lo eran, más patéticos que los de los chistes y las leyendas negras, y aún se creen graciosos e imprescindibles “y se quedan tan orondos” y con ellos se difundió, proclamó y magnificó el droguerío: todo el mundo se drogaba y el chiste de C. Almeida en un piso en Madrid era “hay un problema de drogas” ¿quien no lleva? Estaba yo allí. Con lo cual toda la generación que ronda ahora los treinta años han podido crecer en ambientes de “normalidad” respecto a “hechos culturales” y demás zarandajas de destrozo del lengüaje perpetrados por inconscientes ignorantes; no en vano son la generación progre, la primera en la historia de la humanidad que deja menos herencia de la recibida, y que han manipulado todo, para vivir del cuento de sus padres y destrozar y negar hasta la existencia a los hijos: por ejemplo, La Aído ¿ande? que ha sido una barbie de su progre mamá, y seguro que se rebeló contra su padre, y su madre era “su mejor amiga” al punto que la mamá es la que le ha debido inducir hasta la relación que ha de mantener de que tipo y con quien: y hablan de libertad; han destrozado laocoontes a sus hijos rodeándoles de serpientes y en vez de darles una vida los han subsumido a su hez y progrez, y es lo que hay.
Con la propaganda de la droga, la destrucción del tejido industrial, la proletarización de todo lo que era una floreciente burguesía y la entrega en rendición sumisa de todo a las grandes corporaciones, el gobierno franquista de F. González también introdujo desde la universidad a toda la sociedad un concepto clasista cruel y destructor: la clasificación marxista de la sociedad: están los obreros, los inteletuales, los artistas y cada cual se le asigna un papel o lo asume en sí mismo: da igual que escriba fatal o no tenga nada que decir: se lee lo que diga la consigna; y así funciona la sociedad. De este modo y subsumido esto por el ministerio de la oposición leal y fiel, se acabó la creación libre en España: creo que sólo Garci se financia a si mismo, los demás a las arcas del estado; El único pintor al que se puede llamar así en España es Aparisi; escritores somos muchos pero excelsos, pocos, y por si acaso no eran buenos para la progrez ya se encargó el sistema progre de echar a Vargas Llosa y demás elementos de España de una sibilina manera: ahora a ver a quien presentan como escritor, porque es que da grima lo que hay; y los que hacemos somos denostados, y desde luego, si hay creatividad en España no está en los circuitos culturales: por el asunto marxista de las clases (obrero, luchador, inteletual, burócrata) los museos y demás órganos de “cultura” de la burocracia han aupado con dinero a los “artistas” del sistema y la libertad del mercado se ha roto: ni hay artistas, ni mercado, y lo que se ha pagado como arte no es sino basura, con suerte.
“Elije, cual de los dos gemelos muere” dice el oficial del ejército rojo a la madre con sus gemelos en brazos. Le llaman democracia y sólo creen que votan a la progrez absoluta o al ministerio de la oposición,”elige, cual de los gemelos muere” pero los muertos somos nosotros.
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