Las caras de los autoproclamados lideres sindicales (como si se proclaman miss mundo, que son capaces, como Chaves) cuando se les sublevaron los suyos son definitorios realmente de la situación en la satrapía, que,. ahormados a la burocracia no comprenden no la realidad, sino que exista impunemente.
Los “Liberados” sindicales, sabiendo que su puesto de cobro (que no trabajo) peligra gravemente, pedían la dimisión de José Luis Rodríguez “El Puma” para justificarse ante sí mismos: de esta quema no se libra nadie, y entre ellos empiezan a a apuñalarse en la esperanza de ser ellos los que sigan cobrando y deje de estar liberado el otro. Entre ellos van ya las puñaladas que vuelan; sabiendo que se les ha caído el chiringuito: se lo tienen merecido, además del desprecio y el oprobio.
Toda la estructura de la burocracia sátrapa del postfranquismo, que es peor que el peor franquismo, se cae a pedazos: entre ellos se apuñalan, morirán matando, y los muertos quieren que sea la gente, pero vamos a asistir al horrible espectáculo de esa gentuza dándose entre ellos a cuenta de el dinero publico, claro; mientras tanto , nadie está en oposición en España ni hay ningún líder ni movimiento que aglutine nada por ningún lado.
Necesitamos al Apóstol Santiago, ciertamente.
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