domingo, 23 de noviembre de 2008

La moza triste que lo vió asomada, sonrió

Con la raya en la pared trazada con la tiza que nos dio Lezama aunque nunca supimos para qué servía, al final descubrimos que trazaba la senda infinita que da al hombre condición y sentido, al fin y al cabo nada hay mas trascendente que trazar con una tiza una línea en una pared de Roncesvalles a Santiago para enmendarse y volver a trazar desde la huesa del santo sepulcro iluminado el camino que siempre se bifurca porque no es un sendero ni un jardín que es mi casa que es mi huerto y es mi infancia, y aquí de lo que se trata es de averigüar adecuadamente el origen del hombre: y te espeluzna al descubrir que el único hombre que has descubierto eres tu, y mal, tarde, inútil conocimiento como el de las mujeres de las cuales ni recuerdas el nombre: no tiene importancia, nunca nada tiene importancia: tu no te la has dado, y los demás demasiado ocupados andan adorándose su ombligo y envidiando el éxito ante las jovenzuelas: que culpa tengo yo, si además lo llevo como castigo porque uno es un clásico y quiere haber querido siempre a la misma, que eso debe ser la leche aunque a veces te pares a pensar si tu mismo no le pusiste la bomba al coche de Apollonia aterrorizado ante el cumplimiento de tus sueños, o si andas velando a Annabel en su tumba: que mas da, nunca pasa nada. Nunca pasó nada porque lo único que has descubierto es tu capacidad de descubrirte y el tiempo va

el tiempo viene

todos van a hablar

todo te detiene:

y en esa confusión

se dilucida la cuestión

y va avanzando la cosa y de repente con una tiza has trazado una línea en un blog que como una presciencia mística o una epifanía personal va cumpliendo sus atisbos, intuiciones y azotes: dados, y receptos: que uno se ha equivocado un par de veces en lo escrito (la verdad es que ninguna) y cientos de veces en lo vivido: ¡ay!

la primera dama

el primer drama

el primer amor

y así vas oyendo que en los que se autocitan como líderes de opinión al final han llegado a las mismas conclusiones que tu: en algunos caso, literalmente, tan literalmente que es sospechoso; en otros, te confirman: lo cual siempre se agradece, porque si atraviesas los desiertos que otros hayan abrevado donde tu, o no, pero lleguen a las mismas conclusiones, pues como que alivia, porque al final del camino se decidirá la jornada: anda que andarás: ya sabes a donde llegarás y en los recovecos verás las cosas que haya que ver: al final tan solo es una ecuación en la cual acabas sabiendo quien eres, y que no eres nadie pero por eso eres todo: porque no somos por nosotros, sino que somos porque vinimos y un día nos iremos, y aquí, no ha pasado nada: sólo somos en la medida que transmitimos, y apenas aportamos nada, nadie, nunca: hasta a los evangelistas se les niega la palabra, tiempos recios de hombres infames y obras nefastas, y cada cual inventando el mundo: y no en siete días con uno de descanso, sino en pleno descanso, el que no inventa el capitalismo inventa el medio, el ambiente, o un sr. con un bikini rosa que inventa una nueva era (Aquarius) el fin de esta época, mañana al amanecer es la nueva época, todos a vestirse conforme corresponda: y se quedan tan orondos.

Mientras tanto, ella se lava el pelo.

Y me costó la vida entender que todo es el verbo: sujeto, verbo, y predicado: demasiado predicador, con poco verbo y mucho adjetivo: pero el efecto Dunning Krugger se manifiesta, efecto que demuestra que ser progre es un estado mental previo, circundante a la subnormalidad, y sustentado en ella firmemente:

según el cual las personas con escaso conocimiento tienden sistemáticamente a pensar que saben mucho más de lo que saben y a considerarse más inteligentes que otras personas más preparadas.

Porque la palabra es la vida; y al principio es el verbo. Y la configuración estructural del conocimiento y la realidad la da la complejidad en nuestro lenguaje, y nuestra capacidad de comprender nuestro propio idioma: que no son pocos los que hablan con palabras prestadas sin saber lo que dicen: más bien son los que conforman la estructura burocrática de la realidad: es la única explicación: y como son mayoría, democráticamente destrozan todo aquello que tocan: pero como arriba digo supradixit, superverba: se consideran más inteligentes que nadie. Y yo no soy como ellos: porque sueño, no soy como ellos; porque de leer he leído, no soy como ellos; porque vivo a pesar de tanta muerte no soy como ellos, por que la certeza me la dió el error perdurante, no soy como ellos: doy gracias: no soy como ellos, tengo un blog, y no soy como ellos. Soy yo, a pesar de tanta sombra y a pesar de tanto miedo, no soy como ellos, aunque ya no sea el ansia de los suspiros de las jóvenes perdurables, que ya comprendí los secretos que las hacen rendirse en los bancos del parque: al fin y al cabo es la clave de la evolución, que ahora quieren establecer como ley obligatoria: ale todos a evolucionar, y además, en este sentido, porque yo lo valgo, que me lo ha dicho mi mamá. Y lo sueltan engolados, y se quedan tan orondos.

Al principio es el verbo, y eso lo comprendió demasiado bien Gambra:

quien posea el arte de manejar las palabras poseera la de manejar los espiritus.

Aunque claro, ahí Gambra habla de otro lingüista, que pasó a la práctica y aun perdura: en ello demostró su magisterio: Stalin.

La utilización metódica del lenguaje como medio de manipulación mental ha correspondido-y corresponde-al marxismo. En parte por una necesidad expresiva de la propia mentalidad dialéctica del hegelianismo marxista,que no se aviene con el lenguaje ordinario basado en el principio identitario del ser. El mismo sistema trasmuta los términos para su adecuada expresión, y el posterior empleo de ese lenguaje inunda de ambigüedades al lenguaje con un sentido proclive a su dialectización.

Y eso es lo que está pasando, dese hace demasiado: Gambra lo dijo: y al efecto supradicto se le pone el ninguneo, desprecio, bajar la voz, y puñalada por la espalda, que el que entiende del lenguaje es Pepiño, con sus palotes (marca Alpino) y si no que se lo pregunten a Rajoy, el frenillopático: no espabilará ni con un capazo de anfetaminas, menudo tipejo.

Van entrando, van imponiéndose, y con silencio, apoyándose entre ellos y denostando a los otros: el arma es la maledicencia; siempre soterrada; la herramienta es la cursilería, llamada corrección política, la realidad de no llamar a las cosas por su nombre.

La socialdemocracia en su repugnancia, enseña todos sus dislate, todas sus sombras y toda su falacia: el que no quiere ver no ve, porque la comodidad es dejarse llevar: pero cuidado, que adonde os llevan no es lugar adecuado: dar una vuelta por los alrededores del Moscova, que eso os lo aclarará: aunque aquí cada cual refunda cada día el universo, la evolución, la filosofía, enmienda la plana a los evangelistas, y sabe cuales son los planos que usó Dios para hacer el universo: ellos le hicieron los planos; el soberbio, soy yo, que encima, voy, y me doy cuenta, y me hago a un lado porque el espectáculo debe continuar, y yo sólo soy uno, que al fin y al cabo, poco trascendemos, mor que a la realidad le pese, mor que los pelmas estén emperrados en su propia trascendencia, mor que no hayan entendido que para avanzar hay que tener la base donde apoyar el pié, y en los principios están las soluciones, para hablar hay que saber lo que se dice, y si no a esforzarse, que ya está bien de ignorantes que hablan, dicen y piensan con faltas de ortografía: parida esta de autoría mía muy copiada últimamente: glosas de la envidia, efectos supracifra.

El asunto es el lengüaje, y más os lo vayan imponiendo, más se habrá perdido la partida, que la guerra hace tiempo que comenzó y no os enterais, y al final, hay una puerta, se pasa, y aquí no pasó nada: el funambulista patinó borracho sobre la realidad asombrada, y el espectáculo debe continuar.

El azar

es la conciencia,

imprevista

asombrando al pasar

como quien ve la luna rielar.

2 comentarios:

o s a k a dijo...

muchos palos has tocado en tan poco espacio, por todos ellos:

g r a c i a s

al principio el verbo, un verbo, el único y primigenio:

s e r

no me cabe ninguna duda: los mejores momentos son aquellos en los que 'eres' y no te limitas a estar, esos instantes en los que tocas la gloria con la punta de los dedos, precisamente porque VIVES

eso debe se la eternidad para quien la escoja

n a c o
venceremos

Mary White dijo...

Es que es un post de los que tiene que posar. Con prisas no se saca nada.