martes, 18 de noviembre de 2008

Las cosas son, lo que son

No: no es casual; ni accidental, ni un mal momento, ni una mala situación. Llevamos años en que han introducido en España las bandas de criminales, primero como compañías de seguridad privada, aparentemente todo muy legal y muy controlado, luego los porteros,  y los que se hacen llamar seguridad.

La socialdemocracia repugnante se perpetúa hasta muriendo: necesitan tener gente “descontrolada” pero bajo adecuado control para utilizarla en los momentos necesarios: no matarán a los opositores, les mandarán a hacienda, los machacarán con las armas legales, y cuando toquen mucho los cojones, en una esquina una pelea inoportuna: ante el cadáver del indigente

es evidente

que murió.

¿O es que creíais que estos malvados progres iban a ir de frente dando la cara como si fueran hombres? mandarán a estos, que para eso se preocupan de tenerlos en esa reserva económica de las porterías y demás; y así ellos quedan impolutos.

O eso creen.

Por eso papeles para todos; pero asegurándose una guardia de corps que, conociéndolos, poco tardarán en utilizar unos contra otros; y todos contra el “enemigo” llámense fachas, católicos, neocon, liberales o simplemente que no les encajamos: así se manifiesta la envidia, y el mal ha preparado adecuadamente sus armas; y a la gente nos han dejado desarmados: o eso creen, eso creen.

Han matado a palos a un chaval en Madrid: igual que hicieron con Jaco Pastorius: en aquel caso el asesino declaró “es que no sabia que era alguien” no son ajenos a este crimen NADIE, absolutamente nadie, de la socialdemocracia repugnante ni de la satrapía política son ajenos a este crimen: ni por acción ni por omisión; han consentido la instauración de ejércitos privados en España degradando la seguridad interna y degradando al ejercito: la gente no sólo está desprotegida, está siendo agredida con impunidad, por las herramientas que el paranoico, repugnante, satrápico y aberrante sistema político alienta: y no es casual que siempre haya un comando de eta que desarticular, porque se aseguran su perpetuación.

A ese crío lo ha matado el sistema. O empezamos a hablar claro, o se nos convertirá en esclavos: muchos están encantados de serlo; yo, no.

4 comentarios:

Váitovek dijo...

Fue compañero de clase de Screamo en Estudio.
Y añado a lo que dices:Lo más terriblemente deslumbrante de esta historia -Kafka no se habría atrevido a describir una aberrante gratuidad como ésta- es el "estilo", la forma de matarlo y las "causas" de esa muerte.En el puro vacío sólo queda el mono de "The Hunger".

Mary White dijo...

Era amigo de un sobrino mío. El mundo es un kleenex...

Luis Amézaga dijo...

Esta es mi puerta dijo el gerifalte barriobajero. Y aquí mando yo dijo el porteriño. Y en este reino sin ley que me han prestado, decido sobre la vida y la muerte.

Anónimo dijo...

"Ecce Homo",
dijo Pilatos.
un vecino.