Jerjes encantado

Como quien pide in extremis un préstamo al banco, nos quieren convencer de que la crisis es una cuestión de dinero; de capital financiero, y de cuestiones en las cuales lo importante es estar bien engarzado con Europa: primera mentira, porque Rusia es de Europa.

Mientras bombardean con noticias económicas que de tan precisas certifican su falsedad, no sólo se obvia la condición humana de la crisis, sino que estamos viendo cómo el estado repugnante está dilapidando no sólo el dinero de España en ayudar a los bancos. A los bancos, sin que haya quiebras; a los millonarios y vividores ¡no pierdan su status! ni un banco ha cerrado, ni un banquero está en la cárcel, ni se ha encerrado a ningún politicastro encamado con la construcción y la banca.

La gente una cosa ha de tener clara: los que vayan a votar votan por una entidad financiera u otra, por una opción plutocrática u otra, por Moody’s o Standar & Poors; y que se dejen de milongas: lo llaman democracia, como democracia es un partido de futbol o mirar las estrellas: la gente va a elegir a un equipo que consiste en determinada entidad crediticia, y nada más.

Subsumidos en la inmediatez “a mi que no me pase” o la más absoluta “el asunto es sobrevivir hoy” nadie se para a ver la monstruosa aberración en la que han subsumido a la gente, y ese es el éxito: han llevado a la gente a tal nivel de miseria que la realidad está degradada y ellos medrando: ellos, los banqueros y los millonarios siendo ayudados por el dinero de los pobres: los progres en evidencia deberían considerar seriamente la posibilidad de ser lapidados.

Los gabachos y Alemania pugnan por imponer el “modelo económico” sea el de Napoleón, unificar Europa a lo gabacho, sea el de Hitler, unificar a lo alemán: asistimos a la situación en que políticos españoles han votado que las patentes no se hagan en castellano; cualquier día nos querrán obligar al esperanto batua por lo civil.

Están vendiendo la nación, con todo el equipaje; la gente los sigue entusiasmada con sones de “mercadillo medieval” y se olvidan que la nación es la manera de organización de personas para vivir mejor todos; que no sólo pintamos los que estamos sino también los que estuvieron y los que estarán, que el sistema del capitalismo financiero es una aberración y que ya está bien: pararse, reflexionar, volver a los clásicos, dejarse de pinturerías de nuevo rico empequeñecido creyéndose listo porque paga las copas y le hacen caso, y volver a una España como jamás debió dejar de ser: de personas, municipios y un estado lo más sencillo posible, al servicio de las personas y su trascendencia del pasado al futuro, y menos memeces de capitalismo financiero, de neopuritanismo calvinista, ni ninguna otra estupidez que se les ocurra.

Os tratan como a esclavos, y os gusta.