jueves, 7 de octubre de 2010

Plegando plegarias

Hoy es la Virgen del Rosario: lo que ya ha sucedido, vuelve a suceder en un retorcimiento ridículo de los tiempos: en tele cinco, un presentador enseñando el carnet del psoe declaró públicamente su repudio a José Luis Rodríguez “El puma” mientras empiezan a acercarse a mi con mayor o menor acierto y disimulo los que se han hinchado a llamarme facha, ahora hasta me escuchan sin insultarme: o témpora, ¡o loores! los mismos que han denigrado hasta decir basta y se inflaron a llamar asesino a Aznar, cosa que se obvia en el caso de Rub Al Kaaba el cual debe aun dar otra vez la explicación que dio en el telediario sobre la muerte de Lasa y Zabala, los mismos exactamente que han hecho de la puñalada trapera su arma: no son brillantes, y ya está demostrado que el que no tiene luz propia, tiene mala sombra. Se han dedicado a denigrar y denostar, seguir a los de la ceja, que ahora reniegan de su cejismo, y así, dejando al moribundo morir en soledad y abandonado se libran y autoexculpan de su culpabilidad y complicidad con éste régimen nazi, opresivo, totalitario y comunista: cuentan con dos factores: que no hay un partido de derechas en España, y que la gente de derechas no son como ellos: con que rabia han denostado y machacado a todo aquello que sonaba a derecha; si actuara igual la derecha, tendrían un serio problema, y ese miedo les hace ya abandonar a los suyos en deriva hacia aguas de otro candor: ellos de haber podido habrían matado, y han hecho todo el daño posible; íntimamente ese miedo les lleva ahora a abandonar a los suyos: eso es la progrez, la hez política de España: incapaces de asumir un error, aguantarán en las aguas tibias del relativismo mientras aguardan las subvenciones con excusas y adulación, y acumularán toda su carga de rencor por si pueden volver a manifestarlo: son así, lo peor de la especie.

Mientras los Españoles se batían en Lepanto con furia y clamor, derrotando al turco, otra vez, desde las Thermópilas, toda la cristiandad rezaba el rosario: en todas las ciudades y aldeas, por todas partes, el mundo civilizado fué un rosario.

La cristiandad no es cosa de Roma, es cosa española,  y Roma tan sólo es un puesto, además, debido a España: que debe asumir su condición. Que ya no están a las puertas de Viena, que los tenemos aquí, reclamando los derechos que la hez sátrapa nos niega a los naturales, que están aquí, y siempre tienen la misma intención.

1 comentario:

Peggy dijo...

Si es que Sr de la Galaxia no hay "principios" .....