sábado, 23 de octubre de 2010

Aquello que nos compete.

Hablamos a golpe de corneta: la ridícula situación que nos plantea un gobierno sectario y sus personajes ridículos, siniestros, cínicos; un gobierno hecho por estrategias de Telecinco: extraño es que no hayan puesto a la Belén Esteban, que tanto da de juego no sabré jamás porqué, pero forma parte del paisaje: que tiempos, que horror: de lo que no se habla es de lo que nos compete: el elevado, exponencialmente, y desmedido, índice de suicidios en hombres divorciados; la colaboración activa de la administración de justicia en el desdoro, desprecio y genocidio de los hombres por el hecho de serlo; un índice de suicidios que se desdibuja desde abajo por orden directa de la administración, que nadie sepa, ergo no existe;por tanto son todos feministas: nadie les apeará de su leyenda personal tan lejana a la realidad como González Pons de la inteligencia o la Pajín de la higiene.

Nadie habla de la enormidad de delitos contra las personas y propiedades que está habiendo: la policía nunca llega, y está habiendo una criminalidad en todos los niveles que ya es algo indecente; simplemente se esfuerza la maquinaria del estado en que no se hable de ello, no en evitarlo: el ministro de la oposición en algún alarde de dialéctica dirá que no tiene constancia de ello: claro coño, por eso digo que nos compete, porque se está ocultando eso y evitando lo que los cursis y demás infraseres llaman la “alarma social” porque está habiendo verdaderas barbaridades dentro de las casas de la gente, y nadie dice nada: los periodistas, tan inteletuales, tan independientes ¿algún medio se libra? es un complot contra las personas y su vida: hablemos de la Esteban, la Pajín o Rub Al Kaaba, pero no de los problemas que suceden en nuestra vida: lamentable; pero hemos dejado que nuestra vida sea teledirigida, y de este execrable modo, se va entregando a las personas, una a una y en cuadrilla, al control enorme de las empresas, cayendo en la más totalitaria plutocracia, en base a la repugnante socialdemocracia y con Stalin como modelo a seguir.

La confusión es eso, no los mensajes perversos que desvirtúan todo, el ruido organizado o el espectáculo de barra de bar de mariquitas que es la política Española hoy: la confusión es que se hable de eso, y no de los problemas reales, cotidianos de todo: porque claro, no voy a sacar aquí que el 21% de la población española es pobre de facto: eso no, disimula que no se nos note, pero guarda por si acaso.

Tempora habemus difficilia.

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