sábado, 9 de octubre de 2010

Días de ira

Con demasiada vehemencia se evidencia la consistencia de la pervivencia del sistema: ya no tienen esencia, ni presencia, ni su idolatrada presciencia: ya van a leches entre ellos, de momento suavemente.

Han intentado polarizar a la gente en su dicotomía paranoica de izquierda los buenos derecha los malos malísimos, y no ha colado, ya no ha colado, ya han quemado ese retintín, sólo sirve con retrasados mentales absurdos y nada más: pero ahora las cosas se ponen serias: no es que hayan de dar cuentas, es que no hay dinero para todos los que son, lo que llaman “sostenibilidad del sistema” que consiste en repartirse la pasta entre ellos con excusas de presunta bondad para forrar haraganes: ya no queda dinero, y empiezan a repartirse puñaladas traperas entre ellos.

Entre ellos, aunque al principio penséis que es entre los partidos, o entre los sindicatos, o entre facciones, es entre ellos porque todos son la misma hez hedionda repugnante y nauseabunda con trajes y corbata obligatoria y la ideología y la rectitud en la otra esquina: siempre está en la otra esquina, nunca en la de ellos. Y por supuesto abandonando a los suyos, conforme caen: los mismos de la adoración cultivada de la personalidad a José Luis Rodríguez “El puma” son los que ahora se desmarcan de él “es que el socialismo es bueno pero él lo ha aplicado mal” y se quedan tan orondos mientras desean que el pp lo aplique bien y mantenga la “sostenibilidad del sistema” para poder seguir viviendo del cuento, que son demasiados los que hay en ese carro.

Al final de la época afrancesada de F. González todos eran “técnicos” de lo que fuera “yo sólo soy un técnico y hago lo que me han encomendado” ahora, todos son profesionales, y se van poniendo a cubierto, cuando no en descarada huida libre.

Porque lo de haber apostado por una idea, un líder o un partido y haber perdido y asumirlo, no es ley con esta hez esclavizada y sumisa; asumir un fracaso jamás; el resto del mundo está equivocado, la realidad está equivocada, la gente debería hacerme caso a mí, pero no han entendido el mensaje: no comprenden que han hecho mal, el mal, son malos y que además han perdido, y en vez de asumirlo, rendir armas y bagajes, aumentan su odio y rencor, resquemor y mezquindad guardándolo para cuando la vida les de ocasión, de volver al poder, de matar a un vagabundo en una esquina, o de luchar por sus ideas de alguna de esas maneras.

Intentarán mantener esto a flote, ya lo intentan, reduciéndolo todo al absurdo economicista de cálculos basados en un crecimiento exponencial al infinito, con cálculos coherentes y tendencias apropiadas, y conseguirán quizá parar un poco esta debacle, frenar su tendencia una temporada: ¿que mas da si se quedan unos millones descolgados del sistema? pero lo que nadie quiere ver ni decir es que el sistema es falaz y ha muerto, y nos encaminan a una plutocracia aberrante: sólo es cuestión de tiempo que dos generaciones enteras de gente que se han ido a la mierda se mueran, solas o con ayuda del estado eugenésico, y mientras tanto a seguir robando mientras esperan que aparezca un alien divino y les vuelva a iluminar.

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