lunes, 8 de noviembre de 2010

Amarguras de futuro

Gaudí pedía dinero a la salida de misa para hacer La Sagrada Familia: se sentía tan vinculado a la humanidad que quiso pedir perdón por las animaladas de la Semana Trágica: por eso es un templo expiatorio: Gaudí pidió perdón por lo que habían hecho otros: fieramente humano, vinculado y solidario con la realidad que se impone como ceniza volcánica.

Sería estúpido hacer necesaria la semana trágica para poder tener la Sagrada Familia; la falta de longitud de onda cerebral llevará a muchos a esa conclusión: no se puede predicar en el desierto.

La progrez tiene una veneración dogmática hacia la “cultura” tanta, que ni se acercan; desconocen el conocimiento el estudio y la humildad, pero siempre hablan de “la cultura” como un supremo sacrosanto mayor: ahora, los progres que ya cumplen los sesenta cualquier día han enseñado su patita: tanta veneración por “la cultura” el cine, y demás apariencias: apariencias, porque ni leen, ni saben ver ni conocen, pero pontifican sobre todo desde las alturas de su soberbia; han enseñado su patita: sus hijos, tan progrizmente educados por ellos no son sino una extensión de sus frustraciones, amarguras anhelos y resentimientos: tíos de treinta años que son una proyección de sus padres, y nada más; les han negado su condición de personas.

Tanto alabar y santificar “la cultura” y en vez de hacer la posibilidad de que se inunde esto de Gaudís, Dalis, Mompous, Halffters, Torrente Ballesteres, lo que han hecho es generar la multitud aberrante que hará semanas trágicas para que luego puedan aparecer Gaudís: eso, es ser progre.

Y sus hijos sacrificados al supremo altar de tal Moloch.

1 comentario:

Herel dijo...

Oye, qué buena idea me ha dado el Gaudí. Podrían quitar las subvenciones al cine y el cánon, y que los del sindicato la ceja se vayan a pedir a la salida de misa, "por la cultura".