viernes, 8 de agosto de 2008

Cabaret

Ni pasen, ni vean.

Liza Minelli en su aparente frivolidad de cabaretera era consciente de todo lo que estaba pasando: su actitud, prudente, distanciándose de la realidad para sobrevivir y poder hacer su vida; debería ser nuestro ejemplo: ni pasen, ni vean.

Ayer, a eso de las once y media de la mañana tras preguntar primero a "alguien" luego a una chica negra tras una puerta, y a pleno sol, conseguí averigüar que había una entrada para el culto en la catedral de Sevilla. Vosotros sabeis que soy un ateo excomulgado, ellos, no.

En la verja un guardia de seguridad "¿es esta la entrada para el culto?" me dejó pasar. Nada más cruzar la puerta, una barrera de esas con cordoncitos, una guardia de seguridad se me plantó delante "¿es esta la entrada para el culto?" ahí está la virgen, ya la ves. Así, a pelo, y tratándome de tu: cada vez lo soporto menos. "Ya la veo, pero quizá haya una capilla, o algo así  ¿A que hora es la misa?  ¿Que misa? supongo que mi silencio se debió notar. A gritos, a otra chica guardia de seguridad que estaba a la altura de la nave central le pregunto por las misas, cosa que no sabía: por el walky talky estaba diciendo algo de llamar a la policia. Obviamente, me di la vuelta y me largué.

Miles de millones de japoneses, extranjeros y turistas en general entraban en manadas, bien estabulados: frente a la puerta que me habían dicho que era "para el culto" está el palacio señorial que fué de la iglesia católica para los cardenales.

Ni pasen, ni vean.

Entre ese edificio y el llamado la iglesia "del cachorro" no había ni una iglesia abierta o sitio donde rezar: solo sitios para japoneses trashumantes.

Ni pasen, ni vean.

Mientras Liza Minelli cantaba, los nazis apalizaban gente en el callejón. Mientras yo sé (pero ellos no lo sabían) que solo soy un peregrino no creyente y excomulgado, no encontré ni un sitio donde practicar el culto: a lo mejor llevo un estigma; a lo mejor no se puede practicar el culto, en una ciudad donde no hay bar con una foto de una imagen de Cristo, donde todo el mundo se confiesa de una hermandad.

Nosotros blogueamos en un callejón: también tengo mi fatwa aunque no alardee de ello; en conversación privada di buena cuenta de mi indignación: lo cierto es que lo que pensé, lo que pienso, es que no vale la pena partirse los cuernos por ese tipo de gente, no vale la pena tanto esfuerzo, no vale la pena haber dejado la vida estudiando nuestra cultura y desde la carencia de fe llegar a la certeza de que la liturgia es necesaria y de que a la iglesia hay que respetarla, mantener la liturgia y menos guitarras y memeces en las misas; la liturgia es necesaria y nuestra cultura lo es por el catolicismo: o lo fué.

Ni pasen, ni vean.

Mucha autoridad intelectual demostrada tendrá que tener quien quiera demostrarme que en Sevilla hay una catedral.

En Sevilla hay un edificio comercial multiusos más o menos mal aprovechado, mas o menos mal hecho, con un delegado de empresa que tiene las oficinas en un edificio adjunto con pinta de que independientemente de su sueldo usa la visa de la empresa con fines. No hay ninguna catedral en Sevilla: es un centro comercial, o un edificio de "usos terciarios del suelo" y un gerente de la empresa que hace relaciones publicas.

A casi un día vista aún me dura la opinión que tuve en mi acerca de la jerarquía católica en Sevilla; hasta el nivel de monaguillo, que no hay: son los guardias de seguridad de un centro comercial.

Ni pasen, ni vean.

Esperar hasta hoy para postearlo eran dos razones: una, a ver si se me pasaba el subidón. Dos: los esfuerzos de gente como el Embajador, AMDG, Seneka, Terzio y demás, gota a gota, lanzando nuestro diario electrónico y siendo amenazados denostados y ninguneados por defender al catolicismo me pedian que no lo escribiera. Si no lo escribo reviento.

Igual que el corte inglés, en el centro de Sevilla hay un centro comercial que se llama "Giralda y olé" o algo así. No un lugar de culto, sosiego, reflexión o intimidad para los católicos. no hay un lugar donde se reúnan católicos a escuchar misa: los monaguillos, con uniforme y porra no sabían nada de eso.

Como Liza Minelli, debemos observar, en la intimidad pensar lo que nos de la gana, y si esto es lo que quieren esto tendrán: nada me extrañaría que estuvieran negociando vender ese centro comercial para poner la sede de la banca saudí o algo asi; y si eso es lo que quieren, nos hemos partido el pecho por nuestra cultura cuando ellos mismos quieren entregarse rendirse y vivir la vida pasándolo bien en sus centros comerciales. Son más, y hablan todos desde dentro de la iglesia; yo estoy fuera, y nunca mejor dicho, ni pasé, ni vi.

No merece la pena esta gente; las fatwas, nuestro esfuerzo ni nuestra reflexión, la frivolidad y ligereza convierten lo que fué una catedral en un centro comercial. En Sevilla un alienigena no puede rezar: van a construir una mezquita alicatada hasta el techo: si eso es lo que quieren, miremos, veamos, cantemos, Bienvenidos, bienvenus, willkommen, y vayamos a lo nuestro, porque denigrarnos no necesitamos que venga de fuera: ya nos denigramos bien nosotros solos.

Parece ser que el gerente de la empresa en Sevilla es un Amigo (no sé de quien) con pinta de relaciones publicas de antro y visa oro de la empresa. Que vergüenza y que horror: no hace falta que los defendamos, de hecho que estemos aquí hablando bien del catolicismo les molesta.

Willkommen bienvenu, wellcome: ni pasen ni vean: como funambulistas borrachos veamos el espectáculo continuar.

 

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Y DIGO YO ¿QUE HACIAS TU EN SEVILLA? POR CIERTO, YA TE LEERE A LA VUELTA QUE ME VOY DE VACAS..

KISSITOS

LOLA

Interruptor dijo...

Pues no sé si en Sevilla hay Catedral o no, no sé si hay “Centro Comercial la Giralda” o no, no tengo ni el gusto ni el disgusto de conocer la ciudad de la que sí conozco gentes que son católicos convencidos y practicantes y que aseguran que asisten al culto, algunos sólo de domingo, otros casi a diario. Por ello he adquirido la certeza de que en Sevilla hay lugares de culto y recogimiento que funcionan como tales.

De cualquiera de las maneras, las catedrales famosas, como ocurre también con Córdoba o Santiago, no suelen ser lugares de tranquilidad, ya que los curiosos, incluidos los propios católicos, los abarrotan con miradas embobadas y cámaras fotográficas que echan humo de tanto apretarles el botoncito.

Ya que paseas por Sevilla, te recomiendo acercarte a Córdoba, si es que no la conoces ya, que no te queda muy lejos y allí sí doy fe de de que hay una catedral (aunque también esté repleta de nipones) que se puede visitar sin problemas y con no demasiadas colas (si en Semana Santa no hay muchas colas, supongo que en esos veranos de 50 grados tampoco las habrá). También doy fe de que hay templos menos llamativos pero más pequeños, tranquilos y recogidos donde se puede asistir al culto y hacer oración con verdadera sensación de presencia del Señor.

El que una delegación no funcione a la perfección no implica que una empresa esté en quiebra. El que una catedral no esté gestionada a nuestro gusto, no implica que la Iglesia no cumpla su función.

Reciba usted, D. Ignacio, un galáctico saludo.

ZP Nunca Mais dijo...

Manda cojones.
Lo que no acabo de entender es si te estás refiriendo a la iglesia católica o a la masonería, porque si es a la primera digo lo dicho: Manda cojones.

JC dijo...

Igancio, hace un año me pasó igual. Lo que hay no es una Iglesia sino una caja de ahorros, un museo de monedas, te cobran por entrar. En fin, ya que el calor me provoca confesiones impropias del bloguismo ahí va una propia: he vuelto al templo y aún con absoluto respeto hay que criticar este comercio (que Cristo ya denunció). En Toledo digo siempre que hay , al menos, dos clases de sacerdotes: los de barrio, los humildes y los de cartera en mano, más parecidos a agentes comerciales de una sucursal bancaria que a humanos que debieran dedicarse a ayudar a las almas. Pero, ya sabéis, (eso dirían algunos jerarcas de 'mi' iglesia): los designios de Dios son inescrutables.Y un huevo: sus designios exclusivos¡Sus inconfesados intereses¡

AMDG dijo...

A mi ya no me denuestan, porque me pongo los denuestos por montera, y encima lo razono :)

AMDG dijo...

De me olvidó la mayor. Es increíble lo que cuentas de la C. de Sevilla.

Ignacio dijo...

No tienes porqué creerme; no se porqué yo debería de tener credibilidad al fin y al cabo no soy nadie.
Vas tu y lo compruebas, así no me sentire tan unico.

Peggy dijo...

Es que en Sevilla son muy "capillitas " .

Embajador dijo...

Ignacio,

Por desgracia esto que cuentas no es nada al lado de lo que yo tuve que soportar hace un par de semanas nada menos que en la basílica de El Pilar en Zaragoza.

Paso de dar detalles porque ya casi había logrado olvidarlo y es que cada vez que lo recuerdo se me explota la úlcera, pero dos cosas se me pasaron por la cabeza:

1. Hay que destruir todas las catedrales o iglesias donde quepan más de 50 personas sentadas. Incluyendo San Pedro en el Vaticano. ¡¡¡¡Cojones que son IGLESIAS, no parques de atracciones!!!!

2. Perdóname Señor, Tú sabes que yo no soy mejor que ellos. Perdóname Señor, Tú sabes que yo no soy mejor que ellos.Perdóname Señor, Tú sabes que que yo no soy mejor que ellos. Perdóname Señor, Tú sabes que yo no soy mejor que ellos. Perdóname Señor, Tú sabes que yo no soy mejor que ellos.

Y así hasta que llegamos a Madrid. Que cuando dijo que las prostitutas nos precederían en el Reino de los Cielos, no era hablar por hablar.

Ignacio dijo...

Interruptor, si me pones un mail te aviso y me acerco a Cordoba