lunes, 24 de septiembre de 2012

Sub flumina

Cuando se hablaba en términos de prosperidad y decadencia había literatura, música y teología; desde que a la contabilidad la vistieron de seda y cientifísticamente la llamaron economía intentado vestirla con ropajes adecuados para el rango que jamás le quedarán bien, todo se mide con un sólo parámetro: el rigor de la miseria.

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