viernes, 27 de noviembre de 2009

El empeño y la condición

Cuando necesitas una ley del aborto y tanto empeño pones en ella,  cuando además no tiene oposición real por ningún partido, cuando tanto hay que irritar para sacarla adelante, y además se irrita con ganas, es tan sólo por una razón: como sabes que en tu fuero interno no tienes argumentación para sostenerla, necesitas encomendarte a una estructura mayor para amparar tu conciencia en ella: nadie cita ya los siete pecados capitales, tan sólo la constitución: si no hubiera ley del aborto, como no la había, la decisión de abortar implica tu propia responsabilidad, tu propia acción y decisión y no la disolución en una masa, para hacerlo o no hacerlo, lo cual implica la propia responsabilidad: se necesita del “permiso” del estado para justificar lo que en su fuero interno tiene difícil justificación. Así disuelven su problema moral en una masa informe que los justifica: así, no asumen su propia vida, así, se degradan, así nos consumen las consciencias, a todos.

El congreso de los diputados por mayoría aprueba el reconocimiento de los moriscos expulsados.

¡Que bien! somos un país de acogida, con talante pluricultural y metamórfico.

Espero la misma noticia respecto a los judíos, y a los jesuitas.

(¿los catalanes no tendrán que acabar pidiendo lo mismo respecto a su trato con los españoles?)

Probablemente Santa Cruz de Tenerife tenga que pedir perdón por haber sido quien venció a Nelson y lo dejó en ridículo; debemos pedir perdón a los franceses por haberlos sacado a patadas de España, y ya está bien de negarnos a reconocer el cambio climático y el medio ambiente: hay que pedir perdón a la viruela por haberla erradicado: ¡acabar con una especie de la naturaleza! y encima como si eso fuera un éxito: hay que reivindicar la tuberculosis, la viruela, la sífilis y la peste bubónica como elementos del medio ambiente a los que hemos  destrozado: vamos acabando con las especies naturales, y eso no se hace, hombre.

3 comentarios:

pcbcarp dijo...

Lo del aborto es el mayor ejercicio de hipocresía por parte de todos los colorines del espectro político. Se trata de que haya una ley clara, es decir, que no sea tan ambigua que permita a cada cual hacer lo que le de la gana o ir a la cárcel, según le dé a algún funcionario.

Lo de los moriscos... es de pena.

Váitovek dijo...

Note olvides de los Indios, los Ingleses (Nelson, Vernon), los Romanos ( 2 siglos dandoles el coñazo)...etc. además se quedo uno muy a gusto pidiendo perdón a mansalva, y, si se hace con el tono adecuado, se convierte en un sutil acto de superioridad y dominio

o s a k a dijo...

coincido con vosotros: a nivel nacional, la infamia se extiende hasta inundarlo todo. Los individuos lo son cada vez menos, pero por la vía del aislamiento y la despersonalización, y buscan compensar su falta de carácter con la adhesión a superestructuras en las que se diluye su responsabilidad.


En el fondo, en realidad, sigue siendo igual de responsable que antes, pero vive en la ignorancia y las superestructuras se encargan de que así siga.

Un ciclo diabólico de difícil ruptura.

Pero aquí estamos

n a c o
espectrohumano