viernes, 27 de enero de 2012

Ansiedad

De tenerte en mis bancos, susurrando el pago, y la comisión: en esta sociedad prima la ansiedad, la amargura, la tristeza. El gran éxito del progreso es el desasosiego: y no les ha resultado difícil, simplemente unos años de control social, y aprovechando el marasmo y la bondad, llevaron el agua a su cauce: todo el mundo trabaja a sueldo; sueldo tasado y pagado en fecha definida: de tal manera, en base a esa certeza elaboras seguridades ficticias, siempre a plazo tasado: tal día cobro, hasta tal día tengo subsistencias… el drama viene cuando no hay fecha de cobro, no cuando no hay trabajo.

Al menos desde Grecia el trabajo era algo menos ansioso, más sosegado y mucho más productivo, aunque produjo esto de ahora: algún fallo hay seguro. Pero si tu vives en tu casa con tu aceite, que guardas, el trigo que guardas, y la sal, el vino, y algo de la matanza, dos gallinas, y  nada más, tienes provisiones: en dos generaciones de familia hay provisiones para aguantar una entera sin producir nada; pero ese caso jamás se dio. Se produjo, se generó la riqueza que produjo todo hasta llegar a hoy, y nadie perdía los nervios ni el sosiego por problemas: cuando había un problema en una familia, se solucionaba y pasaba a la historia de esa familia, y por supuesto ese problema no volvía a repetirse: así creció la humanidad, con trabajo, esfuerzo e humildad. No poco se debe al evangelio en esta evolución, no poco se debe al atraso secular al que tanto temen algunos.

Esa forma de vivir impide que ante una situación dura, de riesgo o problemática pierdas el sosiego; porque no estás vendido. Si trabajas a precio tasado a fecha tasada, en cuanto falla un salario todo se agita, al segundo zozobra, al tercero se desmorona; al cuarto es la muerte civil.

Esa forma de vivir conlleva la libertad de las personas, su absoluta libertad y su acepción del libre albedrío, su concepción de la vida y su responsabilidad ante sí mismo; las personas crecen y crecían, al amparo de la libertad, que es algo personal e intransferible, no la llamada libertad de los puritanos ni algo social: de cada persona, que genera riqueza y grandes hombres; el magma social ahora sólo genera corporaciones y sumisos. La sociedad se componía de personas, no eran plebe, vulgo, hez, chusma, populacho, gleba.

La socialdemocracia ha instaurado este estado de desasosiego generalizado con noticias contradictorias permanentes de problemas imposibles de ecuaciones irresolubles que generan más incertidumbre, más zozobra, mas amargura y más problemas: no interesa por alguna razón que la gente sea dueña de sus vidas, en vez de ayudarles a vivirlas, hagámoslos zozobrar, no vayan a darse cuenta del gran engaño al que lo sometemos: le llaman progreso y democracia.

Si: claro que debe haber ecología: pero en la medida decidida con las multinacionales funerarias establecidas como sanedrín de la moral civil; y la agricultura ha de ser industrial, y todo muy jerarquizado y colocado en un esquema productivo determinado: de manera que no puedes ser algo, cultivar tu tierra, tener tus gallinas, hacerte tus muebles, y redondear con la pesca, o con ayudas a otros: no; todo ha de ser estabulado y medido, definido socialmente y cotizante fiscalmente, de manera que todo sea susceptible de que al mínimo estirón de un hilo toda la telaraña tiemble; de manera que se pueda arrojar a todos a la basura. O hacernos perder los papeles, o empujarnos al marasmo como han hecho ahora, para que la gente se instale en el miedo, en la confusión, y todos anden desorientados recibiendo desinformación por todas partes y alarmismos degenerantes: ahora quieren montar una guerra en Ormuz para justificar cualquier desmán: preventivamente se embarga el petróleo de Irán: España la que más pierde con esta medida prebélica; subirán los carburantes, lo subirán todo, nos esquilmarán hasta que decreten la guerra, que, directamente, hará que muera gente y la confusión se adueñe de todo.

La confusión, el arma del diablo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días Ignacio. Brillante reflexión y escalofriante conclusión: sembrando confusión por el arma descubrimos la banda a la que pertenecen.Un abrazo.

Gonzalo GY dijo...

Bravo.

Unas gallinas, un hacha, una azada, una escopeta...

Un cura y un bar.

Todo para vivir.