jueves, 28 de marzo de 2013

Neurastenia

 

Eran modernos y sabían todo de los bitels: o sea: fans histéricas sólo que con demasiado autobombo, soberbia y autoadoración: y llegaron al poder, da igual: renegaron de todo lo que el día antes les había dado de comer: eran perfectos hijos de mamá y había que “rebelarse contra el padre” que significaba que vivirían siempre a la sombra de su dinero mientras lo insultaban. Y por mor del departamento de estado USA llegaron al poder, bien financiados por organizaciones extrañas, extrañamente vinculadas a los lobbys del poder financiero. Si: hablo de ETA, FRAP, PCE, PSOE, CCOO y demás artimañas del poder fiduciario como control de la población.
Y claro: estábamos atrasados, había que modernizarse. Y entre “ya no se lleva” “está superado” y demás frases hechas de la progrhez “así como muy…” se olvidaron de estudiar lo que dicen que estudiaron, por el mayor bien de la cultura; ellos son científicos, o cosas así: lo que sea menos trabajar. Por la presión de la masa siguiendo la estrategia Gramsci se apropiaron de los instrumentos que la historia había elaborado para España: la enseñanza fue abducida, y por eso ahora las gallinas son mamíferos. Las cátedras de universidad son ya delirantes; en un curso de doctorado tuve que oir “internet es fascista y lo voy a demostrar” Universidad de Valencia.
Y claro las gallinas son mamíferos.
Como no saben nada de nada pero de todo saben más que nadie “asumieron” la renovación: así, las bellas artes: de primorosas escuelas artesanas salieron promociones de haraganes que no hacían nada inteligible ni dotado de nada, pero que vendían muy caro, porque el aparato estatal lo compraba: España llena de bodrios y chuminadas. Pero habían progrecesado el arte: en vez de continuar la imaginería, los pasos, la maravillosa escuela de pintura española de los siglos, todo había de ser “vanguardista” menos los vanguardistas claro, porque los deploraban: nunca saben de lo que hablan, pero saben más que nadie.
Y se colocaron a la vanguardia de la “cultura” y se acabó el constructo de siglos y tiempo de transmisión cultural: porque claro, ni la imaginería de Semana Santa, ni los pasos, ni las fallas, son cultura, eso “está superado” como los toros, Como el cante flamenco, que claro, lo importante es lo que mande la sajonería.
Se deslumbraron de sí mismos y de su maravillosidad mientras lloraban por la muerte de Lennon, los mismos que deploran el culto a la personalidad de los católicos lloraban, a ver quien lloraba más por la muerte de Lennon; pero claro, si alguien cantaba una saeta era deplorado: porque el canto popular es el de los esclavos del Mississippi, como va a ser el canto de la agricultura y el trabajo el canto el pueblo, el canto del pueblo es el que decida el comité central, faltaría más.
Porque claro, la gastronomía es importante, pero no la paella o Jabugo, sino la deconstrucción de la elaboración del sustrato de la cosa del fundamento, como va ser gastronomía la paella, hombre; y el cine, el cine es lo más: porque leer un libro exige concentración: se coleccionan, pero no se leen; de hecho ni leen los que publican, porque menudos tochos: no hay nada legible en ninguna universidad española, la verdad; y lo poco que algo aporta es sospechoso de copia, la verdad; si hay gente buena en la universidad es porque se les ha colado en un descuido.
Pero el arte está en las fallas, y lo saca la gente en Semana Santa; porque el cante flamenco y el toque siguen ahí con un vigor pasmoso, porque las modas efímeras de la propaganda de la progrhez sublimada por su sumisión al poder fiduciario de su pura evanescencia se han obsolescionado a sí mismas, y han derrochado años de esfuerzo y dinero en justificarse en su absurdo empeño de perpetuar su adolescencia indolente, mimada y pija.
Son la progrhez, la primera generación de la historia de la humanidad que deja menos herencia de la recibida: y lo que dejan intentan destruirlo. Pero eso sí: hablan muy mal a la espalda, y con balas arreglan lo que con argumentos no pueden. Y son más, siempre creen ser más y ser el pueblo; Kropotkin definió la masa como un ente “cuya inteligencia total es menor que la del individuo menos inteligente de esa masa” y así nos va: pero claro, sigamos adelante mientras su líder y epítome F. González urde tramas para que el Letizio sustituya al ilegítimo y esto acabe siendo “democracia real ya” o sea: una emulación de USA negando nuestra historia, decurso y creación, porque no se os considera personas sino piezas intercambiables.
No prevalecerán, y no deben quedar impunes.








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