domingo, 19 de agosto de 2012

Carta de Lewis a la galaxia

Actualizar, modernizar, normalizar, poner en valor: términos todos que han trufado la realidad del progresar de los últimos cuarenta años de ominosa dictadura: todo había de ser actualizado, todo había de ser reformulado: en cursi progriz se dice repensar, que siempre he pensado que significaba dar doble ración de pienso.

Leo un libro y no me preocupo nunca de pensar en la ortografía, la tipografía, el tamaño de letra o la encuadernación: esto me lo posibilita la educación, y me permite concentrarme en el libro.

Para poder centrarme en lo que leo y sólo en lo que leo, no pienso en hacerlo, directamente lo hago sin pensar en que “voy a leer” “estoy leyendo” o “estoy concentrado” lo estoy, y no soy consciente de ello.

Esto es producto de miles de años de evolución, de la naturaleza de la cultura, de la enseñanza, de la educación y de mi trayectoria personal: y todo ese enorme esfuerzo es tan sólo para que yo lea un libro.

Oiga música, esté leyendo o viendo un cuadro, bebiendo con un amigo o adorando a alguna futura ex – siempre la realidad se impone al deseo de un certero presente intemporal; siempre la realidad me abofetea- no estoy pensando nunca en lo que hago: lo hago, y luego sé que lo he hecho bien; lo hago y hasta ahora no lo pienso: simplemente lo he hecho.

Esto es producto de la tradición: esto es producto de un complejo sistema de tradiciones encadenadas en los cuales las novedades se han asimilado a la evolución cultural con sosiego y prudencia, y no se ha asimilado la evolución cultural a las novedades.

De tal modo las aflicciones del alma han tenido solución: siempre he sabido cuando había hecho mal; siempre me duele, aun: pero no es ningún sistema legal el que me certifica: la vida sólo necesita un código y yo lo aprendí en la niñez: esencialmente son los diez mandamientos y los pecados capitales. Y nunca pienso en ello, simplemente los llevo insertados, “de serie” Las leyes a mayor abundamiento confunden y tan sólo sirven para justificar infamias: a más leyes más injusticia.

La tradición nos da un sistema en el que el más inteligente del mundo (yo) se mueve en un rango de conducta tal que tiene también el más tonto, el mas preparado, el más rico y el más pobre; todos hemos aprendido el mismo código y en el nos movemos para circular por la vida: con mayor o menor acierto, más que dos guardias  civiles nos condiciona la conciencia, a todos.

Eso ha generado la civilización, la cultura, España, el catolicismo y toda la grandeza del mundo.

Las novedades nos alejan de la concentración o disipación en lo que hacemos, y llevan a la gente, a todos, a estar pendientes de la novedad: la novedad en las leyes, en los impuestos, en el dinero ¿Alguien no se sabe la prima de riesgo? en la novedad nos concentramos y no en lo que debemos concentrarnos, ni siquiera en lo que la novedad esencialmente es y aporta a lo que sea: se pierde el hecho en las ramas, porque estamos más pendientes de la novedad que de lo que ésta dice.

Y llevamos cuarenta años con memeces de progreso, de actualización, de puesta en valor, de actualización, de repensar y demás palabrería demagógica verborrágica cursi e indecente que tan sólo ha servido para engañar a la gente y distraerla de su concentración, de su propia vida.

Y en nada ha parado este soplo del mal: seguimos empobreciéndonos en base a modernizar la economía, pero no abandonamos el modernizarnos aunque nos lleva a la más absoluta de las miserias; si es que en un alarde de humildad la clerecía ha modernizado la liturgia: la gente no reza de memoria y corrido para poder tener su particular mística y no estar pendiente de lo que reza o el acto religioso: la gente está pendiente de los cambios, no de la liturgia, ni siquiera de su fe.

Con principios vendrán por sí las soluciones, estamos sin principios y sólo tenemos problemas. Deberíamos repensarlo.

13 comentarios:

Isa Garmendia dijo...

Querido Sr. Lewis:
Encuentro clara y rotundamente expuesto su código de vida sana; me sorprende sin embargo hallarlo sin certezas y "abofeteado siempre"por la realidad cuando se trata de mujeres; si se sigue la evolución en este asunto con sosiego y prudencia cada uno sabe si vivir o no con ellas, sabe si quererlas o no, y sabe si seguir o no las novedades. Su fatalismo en medio de tanta fortaleza de espíritu parece más bien una esquirla calvinista y sueca,Mingote sabìa de eso y de la sed en la playa.

Flipper dijo...

El tema es que esta época produce angustia si uno no está anclado con arneses. Es el esquema de pensamiento, una doctrina siempre en movimiento.
Isa:Las mujeres-hay honrosas excepciones- se dedican más a lo concreto, con lo que lo viven de otra manera.
http://minoriasilenciosa.blogspot.com.es/2012/05/lafeminizacion-de-la-sociedad-verena.html#links

Váitovek dijo...

Grandes Mudanzas, grandes dolores. Como tú dices en tus entradas, la tradición es el hilo de Ariadna siempre. Y lo que será es lo que ya fue. Lo Nuevo de este tiempo es que la espiral ya abarca el planeta entero, de punta a punta. El nuevo orden mundial es un fenómeno de naturaleza, ya que la técnica es el último hijo de la tierra, no un orden político. La multiplicación de las conexiones va adensando el campo, y empiezan a aparecer a la luz del día los titanes y los monstruos – abandonan los sueños, los pantanos y las grutas, y se llegan a la plaza del pueblo-, en configuraciones inéditas, pero semejantes al orden monstruoso del comienzo. Es tiempo de releer a Junger y las tradiciones universales, en especial las de los pueblos del Pacífico, quizá las más antiguas, que, sin excepción, retratan el origen como un tiempo de horrores inimaginables. Recordar que el espacio silencioso anterior al fiat lux está figurado para siempre en la escena de la cucifixión – donde el crucificado es todo el mundo sin excepción-, justo antes del aullido de triunfo final. Hay que quitar el polvo a los grandes símbolos, -la ciencia perfecta-, el polvo de las “interpretaciones” acumuladas siglo tras siglo de wishful thinking. El wishful thinking, la “interpretación” que “capa” convenientemente el símbolo de su zona abisal, es practicable en tiempos de relativa bonanza. Se revela vacío y arte de mojigatería cuando el infierno aprieta. Grandes Mudanzas, Grandes dolores.

Váitovek dijo...

Grandes Mudanzas, grandes dolores. Como tú dices en tus entradas, la tradición es el hilo de Ariadna siempre. Y lo que será es lo que ya fue. Lo Nuevo de este tiempo es que la espiral ya abarca el planeta entero, de punta a punta. El nuevo orden mundial es un fenómeno de naturaleza, ya que la técnica es el último hijo de la tierra, no un orden político. La multiplicación de las conexiones va adensando el campo, y empiezan a aparecer a la luz del día los titanes y los monstruos – abandonan los sueños, los pantanos y las grutas, y se llegan a la plaza del pueblo-, en configuraciones inéditas, pero semejantes al orden monstruoso del comienzo. Es tiempo de releer a Junger y las tradiciones universales, en especial las de los pueblos del Pacífico, quizá las más antiguas, que, sin excepción, retratan el origen como un tiempo de horrores inimaginables. Recordar que el espacio silencioso anterior al fiat lux está figurado para siempre en la escena de la cucifixión – donde el crucificado es todo el mundo sin excepción-, justo antes del aullido de triunfo final. Hay que quitar el polvo a los grandes símbolos, -la ciencia perfecta-, el polvo de las “interpretaciones” acumuladas siglo tras siglo de wishful thinking. El wishful thinking, la “interpretación” que “capa” convenientemente el símbolo de su zona abisal, es practicable en tiempos de relativa bonanza. Se revela vacío y arte de mojigatería cuando el infierno aprieta. Grandes Mudanzas, Grandes dolores.

Váitovek dijo...

Por supuesto, una de los fenómenos claros de infernalización y transición es el mono-mujerismo o absolutismo del principio femenino, reacción espejo al anterior.El problema es que la mujer es la anomia y no sabe nada de la ley o la palabra.Por eso, inevitablemente, tras aniquilar la ley o el hombre, proclama el silencio o la anomia - el totalitarismo de lo inexpresado o la intuición- y en el espacio que queda, prometido como la dulzura del tacto inocente, sólo queda el arrancarse la piel unos a otros, que es el estado anterior y posterior a la palabra.

Isa Garmendia dijo...

Flipper: he leído la entrada que señalas. Es un hecho concreto que esta época produce angustia; que las mujeres por dedicarse a lo concreto lo viven de otra manera es una abstracción perniciosa.
Curiosamente abstracto y concreto son categorías de la dialéctica marxista para la cual la realidad está formada por opuestos: una parejita en eterna lucha de poder. Si a la esencia nombraramos abstracto y a la sustancia concreto tal vez la dialéctica sería lo que fue: conversar, convertir el agua en vino para la boda.


Nip dijo...

Buenos días Ignacio. En esa doble ración de pienso cabe la desdichada nueva cocina y una reflexión sobre nuestro vernáculo culto yantar si queremos que cunda el buen ganado.Un abrazo.

Isa Garmendia dijo...

Davhar: ¿no deberías hablar de mono-hembrismo?
La mujer siempre está unida al hombre como el vapor lo está al agua. Si la mujer es anomia el hombre no es de ley ni de palabra. No estamos hechos el uno para el otro sino por el otro; El baile era al agarrado y terminamos desgarrados.

Váitovek dijo...

Isa:
Para y por.Da igual monohembrismo que monomujerismo. El péndulo se ha pasado de giro, as usual, y ahora son las hembras las que pretenden ser "a-se".Vuelven los tiempos prehistóricos.Y 9 de cada 10 hombres occidentales ya han sido persuadidos de que, efectivamente, las mujeres son "a se".
Respecto a que la mujer no sabe nada de la ley, como mucho se la aprende de memoria y exteriormente, lo considero un axioma universal probado hasta la extenuación.
Por eso, siempre que una mujer regaña a sus hijos estos leen " he fastidiado a mamá".En cambio, si lo hace el padre leen " me he saltado una norma".

Isa Garmendia dijo...

Davhar: por y para, principio y fin; me ha costado ver don en servir, no cliente ni amo; la casa queda sin dueños si no hay sirvientes. Entiendo también que la gravedad está en las aberrantes ofrendas que exige el culto ser a-se, que lo trivial será el nombre que designe tal creencia y lo prioritario por su apariencia laica, desvelarla. Para probar el axioma de la mujer anomia te diré que desconozco la ley del péndulo y aún así "intuyo" que tal máquina de tiempo, botafumeiro de la Galaxia, encierra claves que pudieran si no salvar la pendiente entre hombre y mujer, iluminarla un poco. Será el mal cuelgue por pasarse de giro o por no saber quién es hilo rígido y quién masa, no saber de gravedad, extensión ni peso, no saber oscilar; ni siquiera sabemos aprovechar el paso de giro para saltar a tierra y caminarse a casa, como Bastida y Julia: hay que saberse desgraciados, que no víctimas. (sigo luego)

Ignacio dijo...

Espero que no esteis hablando de mi, me gusta esta discusión.

Váitovek dijo...

Isa:
Qué va! Lo del péndulo se dice en castizo "ir del coro al caño y del caño al coro".Por tanto, hay que buscar un tercer término que pare las oscilaciones.Ese tercer término es follar, que duda cabe.El verbo copulativo que dicen.
Ahora bien, ya fuera de la cama, hay ciertas configuraciones dominantes, de término medio. Y si te las saltas y dices que la mujer es un error o que no tiene alma, o bien que es el único modelo de la especie y el hombre o bien debe ser como ella o debe perecer,en ambos casos tienes el lío y la guerra estéril para todos.
Yo sostengo que esas formas básicas entre hombre y mujer se corresponden bastante con la que,a grandes rasgos, hay en cada uno entre el pintador de límites y formas - la palabra- y el que colorea dentro de esas formas.
Y que, al oír esta sensata descripción, 9,5 de cada 10 mujeres actuales salten como panteras reclamando también para ellas - además de la intuición, la visión, etc., etc.- la definición de límites y la ley,la palabra, la estructura y el marco del cuadro, es la prueba formal de que se declaran a-se, absolutas, que nada les falta y que nada hay propio en el hombre, que o bien es una superable necesidad reproductiva - como pensaban las amazonas y las bacantes- , o puede aspirar a la existencia sólo en la medida que sea mera copia de las señoras.
Un puñetero desastre,vamos, que no queda justificado en absoluto por haber padecido antes el error espejo contrario.

Isa Garmendia dijo...

Davhar: sigo aunque tarde en dar respuesta; Dibujas piedras que sacuden el contorno; Hombre y Mujjer son el sujeto, follar el verbo que según se haga copula, ata o mata a traves de su fruto.
Sr. Lewis: gracias por el espejo.