martes, 7 de junio de 2011

Publicando

De ser algo marginal, la publicidad ha pasado a ser lo principal: ahora, los medios de comunicación no es que tengan publicidad, es que tan sólo son el argumentario para la publicidad: tengo X clientes, ergo dame tu publicidad: y nada más, no son cosas diferenciadas, la comunicación reglada pues se establece como el medio de transmisión de la publicidad, no como un medio definido al cual va la publicidad, sino que la publicidad es en sí misma el contenido, el argumentario del grupo en cuestión. El argumentario pues de las secciones de propaganda que llaman cultura sólo es una manera de publicidad: de los medios ante sus clientes, y de los medios en sí mismos para aprovechar su propia publicidad en su beneficio. De este execrable modo, recomiendan libros determinados por quedar bien, pero las listas de ventas se deciden por las apariciones en tv, independientemente del contenido, y ése es el único argumento para la valoración literaria, o artística: los mismos que deploran la ignorancia de su sociedad respecto a un Van Gogh, desprecian a su sobrino nieto porque no da buena publicidad a sus amos fiduciarios.

El escritor más leído de España es el que redacta las propagandas de carrefour de los buzones.

En este magma, una feminista muy leída desconoce la carta atenagórica de Sor Juana Inés de La Cruz, cuando se la descubro, le pone reparos mientras obviamente busca en la red información antes de dictaminar su opinión. Es el panorama.

Entra dentro de la lógica que los grupos de poder ejerzan presión en todas direcciones y dictaminen “lo que hay que leer” pero la consideración de “consumidores” ciudadanos, lectores y demás rangos de clientela niegan la condición de personas y su formación: ya no digamos los “comités de expertos” que a poco que os fijéis sólo son expertos en ser miembros de comités a tanto la hora.

Y llega la red, y la gente, en oleadas, asombra su capacidad de discernimiento: mis lectores lo son porque me han elegido, y no por mi adscripción a ningún rango determinado: y eso,es de agradecer. Y esa tendencia que ya apunta (a mi me asombra como fluye) es la que determinará el futuro: ¿Como? no lo sé: al principio la blogosfera daba mucha información; ahora la información se ha trasladado a facebook y la blogosfera queda para otros menesteres, como sea el futuro, yo no lo sé: pero que ciertos hábitos y formalidades son el pasado ya, es más que evidente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La publicidad en los medios de comunicación, ni que decir en los privados, nunca ha sido algo marginal sino esencial.Otra cosa es que a medida que crecemos vamos dándonos cuenta de la importancia de ella, más bien del mensaje. Lo novedoso es la imposoción de modas y tendencias a través de los folletos publicitarios; modelos, posturas, lugares de veraneo, etc.

Ya pasó el tiempo de la imposición de lo que hay que leer, ahora van contigo navegando hacia el lugar al que vas abriendo una ventana en tu navegador, desde el momento en el que escribes o buscas en google eres objeto y dato de su análisis de mercadotecnia y te ofertarán según tus propios tecleos y clicks.
Blogger es un clásico, Facebook se agota y está pasando.Un abrazo.