sábado, 2 de abril de 2011

Satisfaction

Desde el XVII, los europeos que podían viajaban a Ucrania a buscar mujeres: tenían fama de ser unas mujeres de impresión y no sólo por la belleza, y no defraudaron, ninguna: era habitual el viaje a Ucrania a buscar mujer en toda la nobleza europea y pudientes en general. Tras el golpe de 1917 Ucrania proclamó su independencia y tuvo diez minutos de gloria, recuperaron la alegría y las canciones y fueron reconocidos como país hasta por la URSS, que no tardó en anexionárselo, y como obligación del “comunismo de guerra” se ordena la colectivización agrícola para convertir Ucrania en un “paraíso terrenal” dijo Stalin. Lenin había introducido la nueva política económica; se ayudó con agentes a la colectivización, se aumentan los impuestos, de modo tal que una gran cosecha es dilapidada de una manera vil, y como los campesinos ante una cosecha abundante tenían que esconder lo mínimo necesario para comer, pues se lo quitaban todo en un acoso implacable, para el avance de la revolución soviética: a consecuencia de esta animalada, que fué in crescendo, llega un momento en que la gente muere a raudales: los cálculos mas bajos hablan de 25000 personas por día, por hambre.

En los años 1932/1933 este Holodomor diezmó Ucrania para desdoro de la humanidad; la situación de los ucranianos fué algo terrible, dada la implacabilidad de los agentes de la revolución.

Con una buena cosecha y un país con alegría, en un momento óptimo para ese país, la necesidad comunista del control diezmó a la población, los degradó e inutilizó y los dejó machacados, hasta hoy se notan los efectos: es mucho peor el Holodomor en su esencia que el holocausto nazi, algo terrible.

Lenin y Stalin querían ser zares e imponer su criterio a cualquier precio, eso queda demostrado.

Llevamos treinta años en España en continuo proceso de degradación falaz: no sólo somos cada vez más pobres, sino que la presión impositiva es ya letal; frente a la incapacidad de libertad y de creatividad, se genera una burocracia infame que sólo se justifica en su propia existencia; in crescendo; el argumento es el mismo que vemos siempre en los iluminados que aún perduran: desde Venezuela, hasta aquí: lo importante es la revolución, si a la gente no le gusta, se quita a la gente y se pone otra.

Ayer, delante de mi, un amigo electricista que estaba pidiendo trabajo (me pidió que le acompañara) me lo explicó: delante de nosotros, el liberado sindical le explicó al encargado que al que tenía que contratar era “a éste” el elegido era de procedencia foránea, el desprecio y la falta de educación del tipejo en cuestión, indudable.

Sólo hay una cosa que defina ésta denostable época: la subida de impuestos para justificar la burocracia que justifica la subida de impuestos. Y enrocados en ese bucle, el Holodomor nos lo están aplicando con talante, suavidad, pedagogía y propaganda, pero Holodomor.

La evidente falsedad victimista del llamado nacionalismo cuando tan sólo es un caciquismo encubierto necesitado de España para ser victimista, el alarde de progreso y de modernidad que nos sumerge en un mundo de Dickens, han hundido lo que llevábamos desde Roma evolucionando.

La gran mentira está al descubierto: los nacionalistas necesitan de España para poder vivir de los demás en base al victimismo; el lobby ecologístico y demás parihuelas del pensamiento endeble tan sólo sirven como justificación de dispendios enormes de dinero.

Jamás harán nada de lo que dicen que son sus aspiraciones: no proclaman la independencia porque no les interesa: tendrían que trabajar; no proclaman la república porque no les interesa, tendrían que responder ante las personas; no instaurarán la democracia porque éste obsceno sistema dictatorial les interesa, y van apoyados por lo más degradado de la humanidad, lobbies y corporaciones: porque, hoy, ahora, pueden proclamar la república y la independencia, legalmente y sin mayor problema, para eso están en el gobierno y detentan el poder. Pero no lo harán, con cualquier excusa y engañando a todo el mundo, porque éste Holodomor sostenido les interesa y les beneficia a los saqueadores, vividores y caraduras: la mentira organizada les funciona, pero está dejando de hacerlo, víctima de su propia entropía: el sistema se ha autofagocitado, y yo me alegro: pero atentos: muere matando, y así va todo.

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