El Levante, periódico del régimen que aulló como una zorra en celo por los problemas que causaba la visita del Papa ha montado en cólera africana por el desconcierto que genera un partido de fútbol de dos empresas privadas
O sea: que se quejarán de que las procesiones fastidian al tráfico, pero nada dicen de paralizar media ciudad por un partido de dos empresas privadas a mayor gloria de las cuentas corrientes de un montón de haraganes.
Es lo que hay en España, hoy.
Por su parte, Camps se ha hecho otra inyección de botox en la calva, preventivamente.
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