Fué Molotov el que proclamó la esencia de la envidia: “No esperábamos que nos traicionaran, nos adelantábamos, y les traicionábamos primero” y el pueblo de la izquierda entendió perfectamente el mensaje: antes de un mes, estaba funebrizado.
Hay quien quiso culpar a Vyshinski; pero sólo se puede entender con la intervención del Nkvd. Por quintuplicado.
Si los de izquierdas entender, lo entienden: casi siempre, eso es el problema.
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