Quien haya visto el concierto de Año Nuevo sabrá de lo que hablo.
Mientras toca la orquesta hacen planos desde detrás de los músicos, sale una pareja bailando ballet, imágenes pretendidamente preciosistas.
El ejecutor de esa grabación superpone su propia consideración de sí mismo a lo que tiene que hacer: se supone que filma un concierto, porque eso es lo que queremos ver.
El concierto, para ir exige unas normas, de etiqueta y demás: el que baila es un travesti con medias. Para ser público de ese concierto, te exigen etiqueta.
A cambio, los músicos y el director de la orquesta también van de etiqueta; al menos desde Beethoven la situación de los músicos en las orquestas es fija y según un preciso orden y armonía. Además no se colocan para ser filmados, sino que la forma de colocación de la orquesta es para que el publico vea, a la vez que oye lo que tocan.
Si lo importante es la música, y quien la toca, entonces no me los saque de espaldas que se ponen de cara para dar su espectáculo, y así quiero oírlo; si obligan a ir vestido de pingüino no me saques a uno en calzoncillos y medias haciendo mariconeces junto a una bailarina de ballet; quiero ver un concierto, no los ramos de flores que han puesto, ni a una bailarina de estriptis, ni una porretona: quiero ver un concierto.
La mamá del encargado de eso estará encantada de “que creativo y sensible es mi chico que pone flores”· pero ese tipo se considera más importante que lo que debe contar; es más importante lo que hace él cuando lo cuenta que lo que cuenta; o sea: me han jodido el concierto y lo oigo sin ver la tv, da grimilla.
Demasiado artista hay en tve ¿que tal todos a la calle?
5 comentarios:
Los dorados de palacio, se le han olvidado las tomas de los dorados de palacio, balaustradas y demás. Cuando los enfocan en lugar de a un músico haciendo sonar un bombardino o un clarinete me acuerdo de la madre que parió al cámara.
Feliz Año, Sr. de la Galaxia
Supongo que más que camara habrá por lo menos "director creativo" que será de la sgae y de la academia de cine.
Cño, lo has clavado!:"es más importante lo que hace él cuando lo cuenta que lo que cuenta", frase aplicable a más del 75% de la literatura -básicamente insoportable- y al 99% de la llamada "poesía".
Es el cristal autoconsciente y toca pelotas, que en vez de dejarte ver, se quiebra, dobla, hace reflejos y monerías.
Hasta en las puñeteras tabernas tiene que aparecer un tío con cara post orgásmica a explicarte como diablos ha cocinado lo que te comes- que es la última cosa del mundo que deseas saber-, y el mucho mérito que tiene, y, joder, aunque sepa fatal, merece un aplauso el muy capullo, al menos por la eficacia implacable con la que te ha jodido el placer de comer, a secas.
Ojalá fueran bailarinas de striptease: algunos valses se verían con más agrado.
Bromas aparte, lo de las retransmisiones artísticas y vanguardistas es la hostia. Lo próximo serán planos inclinados, desenfocados, descentrados y movimientos bruscos de cámara.
Un abrazo.
Y Feliz año, pese a todo, claro.
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