lunes, 7 de octubre de 2013

Superacionismo

Deciden una situación como científica, o adecuada, o progrecesada, y a ella se encaminan: cuando el desastre está montado, todo destruido; nada conseguido: pero todo muy publicitado, propagandeado y alardeado como triunfo; buscan o se agarran a cualquier cosa nueva o aparentemente nueva, o copian algo del pasado para repetirlo pero con su toque de “originalidad” para creerse que lo han inventado, y definen como “superada” la etapa anterior; esa es su metodología de avance, la modernización y el progreso, la falacia de la realidad que ha producido lo que ha producido: las actuales generaciones de gente menor de cuarenta años, hijos de una progrez sublimada en su propio ego, tan sólo tienen una imagen de ellos mismos en un estereotipo de idealismo que si falaz es en su concepción, el aplicarlo a un niño en su crecimiento es crueldad; dando por resultado una generación de gente sin identidad propia, sino con un referencial entre el horóscopo y un psicologismo de sobrecillos de azúcar que los pone en evidencia ante cualquier situación: ni saben argumentar, ni defenderse en sus posturas, ni mantener un criterio: su única señal de identidad es que siguen la oleada, sea cual sea la oleada, dando siempre por supuesto que la oleada es lo bueno, porque como todo está ya debidamente encauzado la oleada progrecesa todo y es un avance respecto a algo indefinido que es lo malo por definición y así se van “Superando” etapas: conozco a quien sin haber leído un libro es representante de cultura; quien hace faltas de ortografía en un instituto pero dice que lo de la ortografía está superado; quien organiza un pueblo según un esquema socialista ideal e ideado por cuatro zangolotinos que no es sino una proyección de la codicia: una vez superada una fase se pasa a la siguiente, que ya vendrá el pp a afinar la cosa y a pasarlo a limpio para que podamos engorrinarlo todo después: elementos como yo molestamos, y si hablamos se nos calla a gritos, si escribimos, se intenta ningunear y despreciar hasta a quien nos lee, pero la verdad siempre acaba por salir y dar una situación por “superada” sólo es el nivel de insatisfacción histérica de quien la da, nada referido a la realidad, sino a un constructo de sociedad controlada que avanza en la correcta dirección que siempre es la medida del ego soberbio e inculto de algún iluminado de sí mismo.
Pero nada ha sido superado como si fuera un juego de ordenador, que se pasa al nivel siguiente, ni nada va referido a lo esencial de la condición humana: así, se progrecesa la medicina para elaborar un esquema psiquiátrico de anulación de toda inteligencia, en la cual se da por supuesto que lo ideal es una persona en un ideal elaborado y construido, del mismo modo que se considera la corrección política como educación, cuando es esencialmente la falta de la misma, y de ese modo mediante etiquetas se elabora un sistema social clasificado “científicamente” aunque la psiquiatra (y pienso en una en concreto) sea una cretina: de los errores en nombre de la medicina se encarga el sepulturero; de la aberración, el burocrático sistema hace que se disipe la responsabilidad respecto al propio trabajo en un marasmo de cerebros que se escudan unos en otros: no cubren su trabajo; descubren su estulticia y sumisión al sistema: de ese modo el sistema al ser una falacia elaborada, justifica su propia pervivencia en sí mismo.
Pero la inteligencia actúa, y la conciencia existe, y cuando la gente se  ha visto en una vida que ni es vida ni es nada, que es un sistema vital en el cual hay que insertarse porque es falaz, artificioso y esencialmente banal, se cae el sistema por todas partes porque sumen a la gente en la insatisfacción y con cuatro que hay que buscan la plenitud de su vida, ya agitan las aguas y no todos son tan tontos de picar en las memeces de modernismo y control social.
Han movido la sociedad hacia una persona ideal (idealizada en la cabezas, ideal para el sistema) prescindiendo del ser íntimo de la persona, de la consideración mínima y del conocimiento del ser, y en una apelación sectaria a todos se les trata como al ideal inalcanzable que siempre busca la secta, que nunca se alcanza, que forra haraganes.
El psoe marca el ritmo, el pp lo afianza.
Como socialistas somos la raza superior, y debemos imponernos” (León Blum) el pp está en ello. La conferencia episcopal está en ello. La hez política está en ello.
Las personas no están por la labor.

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