lunes, 21 de octubre de 2013

Preventivamente

Grandes alarmas ante el evidente riesgo de cierre de Fagor: se buscan culpables en el origen de la crisis, en el capital fiduciario, se buscan culpables: no dudo de que se hallarán.

Lo que no se refleja en ningún lado es el hartazgo de los compradores: la gente ha optado por otras marcas, hartos del continuo desprecio a España  y de la soberbia despectiva del inculto; sin más criterio, la gente elude comprar productos vascongados. Si además piensan en el cinismo con el que se justifica a una banda de asesinos, la gente huye de esos productos.

Ahora, con el evidente triunfo de Marina Le Pen en Francia y el avance del tradicionalismo en toda Europa, vamos a empezar a oír, ver vivir y sufrir a todo el enorme aparato de propaganda volcado contra la “ultraderecha” cuyo pecado consiste en mantener su ideología e identidad y con persistencia van venciendo: son altamente peligrosos, porque no han hecho nada, mientras tanto la “ultraizquierda” asesina a gente en nombre de las vascongadas y de lo que sea, pero eso se “relativiza

Con Fagor llegará navidad ¿Freixenet?

La gente ya no se deja llevar por consignas, que imponen modas, actitudes, poses la forma de vestir y de relacionarse y hasta la sexualidad. Hasta la llegada de la red colaba esa estrategia de propaganda; ahora inmediatamente se evidencia su manipulación.

Ramón y Cajal, en conversación con Tellechea se dolía en los cincuenta de las tendencias que se imponen a los tiempos y arrastran todo; ahora, todos los mantras con epítome en “todos piensan así” con fundamento en “eso está superado” son denostados conforme se formulan; la gente no sólo no hace caso, sino que se ponen a recaudo del pensamiento sectario: nadie busca la anuencia social, sino el no ser agredidos en su identidad y puntos de referencia.

esto aberra al sistema: no plantearán el absoluto, rotundo, evidente fracaso de “la democracia” ni mucho menos plantearán un sistema de listas abiertas: la democracia consiste en que todos puedan elegir pero sólo entre las opciones que les damos, y ni una más; los trabajadores son defendidos por los sindicatos, conforme los sindicatos manden y nada más: y en este sistema de esclavitud tan falaz como criminal nos quieren seguir manteniendo.

Sin haber cambiado ni el sistema, ni la burocracia, ni nada de nada, ahora la hez política quiere convencernos de que ha acabado la crisis ¿por real decreto?

Somos demócratas y europeos ¿que más queremos?

La falacia de la democracia y la imposición europeísta, que tan sólo es una manera de entregarse al nuevo Reich ha conseguido que lo que antes era acallado por la presión de la propaganda, ahora es un clamor que toda la propaganda no puede acallar; nadie quiere este nuevo Reich aunque se llame unión europea; nadie quiere una vida programada y tasada en todos sus detalles, fases y vivencias, nadie se cree esta organización burocrática de la democracia que tan sólo es un mecanismo de justificación de las aberraciones plutocráticas; nadie quiere una vida medida según patrones de multinacional farmacéutica en la que cualquier peculiaridad es una patología, toda fase de la vida humana tiene su medicación, cualquier desviación de la norma tiene una definición psiquiátrica, que ha conseguido que cualquier cualquiera haga diagnósticos y aplique terapias: la maledicencia se abre camino.

Lo de los pobres de espíritu que jalean la propaganda antitabaco es tan patético que ellos mismos se ven en evidencia cuando hacen alharacas contra los fumadores, deplorable.

El victimismo como justificación de toda infamia y prepotencia, no vale; la gente no cree nada, en nada y para nada del estado moderno; la gente quiere llevar sus propias vidas en plenitud personal y no entregados a un esclavismo social, al tiempo y compás que marque cualquier degenerado.

Cerrará Fagor, Cerrará Freixenet, y todo aquello tocado por este sistema caerá porque  el sistema muere matando; el victimismo no vale y la gente no vamos a consentir que escapen con el botín.

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