viernes, 25 de octubre de 2013

Rindámonos a la inteligencia hegemónica protestante.

Los padres del bosón de Higss, los físicos Peter Higgs y François Englert, han advertido hoy de que los recortes en la investigación pueden llevar a España a perder la vanguardia alcanzada en los últimos 30 años y a frenar el desarrollo de la ciencia básica, necesaria para el progreso.

Rindámonos: son inteligentes y los premiamos, y todo lo que dicen es maravilloso, seamos sumisos con el poder dominante.

-Díganme un científico destacado de los últimos treinta años que no sea un artefacto de la propaganda.

(cuando se den cuenta de lo inútil de su búsqueda, pasen al siguiente punto)

-Es que claro, ANTES de los últimos treinta años, o sea, de la democracia, yo sólo puedo citar a Ramón Y Cajal y a Severo Ochoa, pero claro, seguramente como trabajaban cuando Franco, eran superfachas y no cuentan.

 

Estos premios a mi me tocan los bossones.

1 comentario:

Váitovek dijo...

Axioma: Rico y poderoso = Sabio
Pobre e impotente = Necio

No conviene despreciar estos axiomas,son el equipaje de serie que llevamos, nos guste o no, y en cuanto empieza la acción del día a día y el sentir inmediato se muestra su soberanía.

Ahora bien, ¿qué hacemos con el que es rico y poderoso gracias al azar?
¿Y con el que es pobre e impotente gracias al azar?
¿Y con uno que es pobre e impotente, pero siempre que habla y actúa muestra una enorme sabiduría e inteligencia? (La suerte frustró sus designios)

¿Y con el que siempre que actúa y habla muestra a las claras que es tonto de capirote pero es rico y poderoso? (La suerte, esta vez, también malogró sus designios, pero al alza).

Pero hay que romper más arriba: ¿Por qué diablos juzgamos que es justo que al dotado además le asista el azar y al poco dotado le hunda aún más el azar?

Y ¿por qué suponemos que la inteligencia "merece" el éxito, como si se tratase de una auténtica exigencia moral? Esto huele fatal, y ya lo hacía en tiempos del Eclesiastés (donde aún no había protestantes, por cierto)

La inteligencia,la fuerza, el valor y todo lo demás se merecen tanto el éxito en la vida como se "merece" un forjado resistir sin romperse, o sea nada de nada.

Pero claro, en la patria del hombre, la infancia,donde todo error tiene su asiento en mármol, aprendimos esa idea tontorrona de que es justo que el listo y virtuoso tenga éxito y viceversa.

Pero es una idea sin ningún fundamento en cuanto la examinas 2 minutos.

Y la fuente absoluta del 90% de los malos rollos con los demás, tanto para despreciar como para ser despreciado.