miércoles, 16 de octubre de 2013

Gleba

Todo lo que se les ocurre es reunificar ayuntamientos, mancomunarlos, o “reducir“ el numero de ayuntamientos.

No hay más palmaria muestra de ignorancia, soberbia, prepotencia, indolencia, condescendencia, estulticia y estupidez.

Estos desertores del arado de tanto elaborar una leyenda personal en la cual ellos siempre son los superhéroes han acabado entrando en todas las paradojas. Fusilarán a los matemáticos por ello: si han entrado en paradoja no es que ellos hagan algo mal, es que la realidad está equivocada.

España se elabora por autopoiesis, y así en esa evolución urbana surgen pueblos y aldeas: ninguno es una creación artificial para lucir garbo, como Madrid; menos Madrid, todos los pueblos y aldeas de España tienen una raigambre encajada con el medio y la cultura más allá de lo que puede comprender un nefasto burócrata que mide todo en términos de pago a hacienda.

Si molestan ayuntamientos en España son aquellos en los que el número de instancias del poder es desmedido: diputación, ayuntamiento, autonomía y gobierno civil: Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia….. FALTAN ayuntamientos y sobre todo poder a los ayuntamientos en España, no que sean unos organismos de repicación de las majaderías estatales, autonómicas o de partido; hacen falta ayuntamientos de cada pueblo y en cada pueblo, en su rango y medida.

Pero es que lo hacen por ahorrar. Ah, si es así bueno.

No se les ocurre desmontar la animalada burocrática montada en cada autonomía; no se les ocurre desmontar la animalada burocrática del estado, ni la memez sublimada de organismos y ong, sindicatos y partidos: no, esas “subvenciones” se han de mantener; no se les ocurre que si el sistema ha fallado la culpa no la tenemos los de pueblo; la tienen los de ciudad, con esa soberbia petimetre de creerse cosmopolita cuando apenas saben de la vida lo poco que se dice en tv; no se les ocurre que lo que es España son los pueblos, no una idea de profecía autocumplida de grandes megalópolis futuristas de los setenta en las que desarrollar Blade runner en sus febles cabezas y las cuentas corrientes de los amigos construyéndolas sobre la historia y destrozando la evolución de la cultura.

No se les ocurre destrozar la burocracia inútil, molesta y retardante, costosa, cara, e inútil; no se les ocurre dejar sin dinero a partidos, sindicatos o ong: el que quiera un partido que se lo pague; no se les ocurre un sistema sencillo de elección por listas abiertas; no se les ocurre encarcelarse entre ellos conforme se ve su mangancia: uno, de muestra y los demás a la nuestra.

Este plan ya estaba elaborado; decían “vamos hacia un modelo…” y todos esos estudios bien subvencionados para elaborar una profecía que cumplir mientras se iban forrando; ahora lo que está en evidencia es que si yo soy de Buñol quiero que mi paisaje y mi prognosis sean mías y poder compartirlas con algunos: es mi shibolet: no voy a elaborar un shibolet sectario, sea con psoe, pp opus o lo que toque para poder sentirme social: si vamos a un magma de pisos y barrios, con barrios residenciales según lo que ganes, con organización social predefinida, todo lo que se ha hecho con el nombre de “igualdad” sólo es una manera de generar guetos y bidonvilles y conformar un sistema plutocrático antihumano de aspiraciones ridículas, intromisión en las vidas de la gente hasta niveles pasmosos, elaboración de grandes fortunas de la nada y todo por decreto: desde el sexo hasta la definición de la cultura, y al toque de silbato todo el mundo.

Pero somos modernos, eso si.

Los nazis asistían a las reuniones del partido comunista con París ya tomado, donde hablaban sobre la configuración del mundo y el proletariado y no se qué: se habían pasado con armas y bagajes conforme eran invadidos, y luego “eso está superado” Carpenter plantea un futuro en el cual la gente es condenada a muerte por delitos como ser ateo de la corrección política, o fumador, y ahí nos quieren llevar, en pulsión histérica de insatisfecha absoluta preñada de odio y maldad.

Yo soy de pueblo. Y reniego de esos entierros industrializados, de las escuelas de concentración y de la concepción industrial de la naturaleza que llaman ecologismo. Reniego de la desaparición de la gente cuando cae en la vejez, ancianidad, desgracia o problemas, simplemente apartándola con malas artes de las ciudades, de la vida; reniego de la sociedad estabulada y ordenada a toque de corneta: viernes emborracharse, los jueves milagro, los miércoles tomatina; jubilado a tal sitio con tales actividades programadas, muerto: que no se note, que no nos manche nuestra realidad inventada con una vida soñada y solapando toda realidad; yo soy de pueblo, y quiero seguir siéndolo, no soy un suburbial. Y si no es así, las próximas generaciones no serán de pueblo, ni de país, no serán nada más que de un rango económico que les sea otorgado y una vida programada: eso para vosotros, yo me echaré al monte si sigo vivo.

Da vergüenza la sumisión obscena de todos a éste Reich infame.

2 comentarios:

Capuchino de Silos dijo...

No me llegan tus entradas, ni en el blog, ni en el correo. Algo ocurre.
Revísalo, porfa.

Ignacio dijo...

Miraré lo del correo, pero una vez repasado todo está correcto; si no la ves en el blog debe ser algun tipo de otro problema que no se me alcanza, si quieres ponme un mail y me explicas.