jueves, 8 de septiembre de 2011

Educandia

La personalidad la determina la cultura. La cultura está aprendida o modificada por el aprendizaje, que es un proceso interpersonal de transmisión de las pautas que nos conforman y condicionan. Nos condiciona porque no sólo aprendemos los patrones de la conducta y aquello que aprendemos, sino que con ello configuramos nuestro patrón psíquico, nuestro espíritu: la significación pues de todos nuestros actos es la pauta regular de transmisión de nuestra cultura: no tenemos cultura, ni somos cultura, sino tan sólo porteadores de cultura: la recogemos para transmitirla. Y eso, es lo que hace a la sociedad: quienes han modificado las pautas de la educación para trasladar la responsabilidad de la educación al estado para que genere monstruos y no personas están pretendiendo destruir la sociedad con la excusa de un bien mayor, como éxtasis de su soberbia instalada en la inmadurez, la ignorancia y la maldad: no deben prevalecer, porque la educación no es cosa del estado sino de las personas, de todos, para todos, por eso estamos, por eso habíamos llegado hasta aquí hasta que nos impusieron esta socialdemocracia repugnante.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La medida del dominio que debe tener el Estado sobre la cultura no es cosa del aquí y del ahora. Siempre ha existido, pero estamos salvados si aparecen gente como tu, que estando o no de acuerdo con lo que dices, nos haces reflexionar y pensar (cosa que mucha gente con cultura no hace)... y ese acto, sí que es el verdadero peligro para el que tiene el poder... hay que desempolvar la filosofía.

Ignacio dijo...

No es cuestión de mi o de otro, ni es persona:socialmente ha de ser asumido que la educación es cosa de la familia, y que la enseñanza reglada sólo es un complemento de socialización: lo importante jamás se puede aprender en un colegio, sea cual sea, se aprende en la familia, o no se aprende jamás: la generación de hijos de los progres, que ahhora tienen mucha soberbia y alrededor de los 35 años, carentes de todo pero muy soberbios, van a ser una gran fuente de problemas espirituales, psiquiátricos, físicos: no podemos ir modificando sanidad y educación a cada generación, hay que mantener los universales y acrecentar la humildad, y desde luego, poner en jaque al estado.

Anónimo dijo...

Buenas tardes Ignacio."la educación es cosa de la familia" coincido plenamente y la conclusión de tu comentario es fundamental para forjar hombres de bien que levanten y regresen al punto que no debimos abandonar para volver a ser la España inmortal, hija fiel de la Iglesia y muy amada por Dios.Un abrazo.