lunes, 8 de febrero de 2010

El ladrón de Bagdad

Ayer en la inauguración de la Copamérica la mascletá la dispararon al otro lado de la dársena: el cohetero, en un alarde de magisterio hizo que los petardos dispararan secuencialmente y linealmente: con la luz y el sonido, sonaba como si nos ametrallaran; la mascletá fue espectacular.

Sólo compiten el Alinghi y el Oracle; va a ser espectacular: los catamaranes son impresionantes.

Un dato: un catamarán navega a mayor velocidad que el viento que lo impulsa; invento de los maoríes.

Vale, yo pensaba en Séneka y su manía de tener esperanza en el Dios de nuestra infancia.

Es imposible que nadie invente el ruido como en Valencia: la mascletá se inventó aquí; es posible en ningún lugar del mundo que nadie haga barcos como en occidente: la mayor demostración de creatividad velocidad diseño y aerodinámica se da en los veleros, no en los coches: si no lo sabíais, ya lo sabéis. Eso sí: los compran los mejores los preneolíticos del petróleo.

De el vestido, las fallas y demás ya tengo demasiado escrito; el resumen es rápido: esto es la invasión visigótica que no hizo nada pero se vistieron de reyes de la baraja (Heraclio Fournier, por supuesto)

Es el Gay Ardón el que dijo que había que evitar la contaminación lumínica: estupidez al canto que huele demasiado a negocio de amiguete; seguro que las mascletás son contaminación acústica y malas para el clima cambiático; seguro que el humo de la quema de las fallas es contaminación mala malísima; seguro que a pesar de la evolución de la naturaleza de la cultura, lo que hacen es “poner en valor” y “re-pensar” todo el constructo cultural que hicieron el tiempo y los hombres; porque es malo para su concepción de la realidad paranoica: como todo el mundo sabe, si hiciéramos caso a los progres viviríamos todos en avatar y todo sería maravilloso; lamentablemente; no es así.

El hombre condiciona al medio en la misma medida que es condicionado por él; los afanes de protagonismo, las memeces de pobres de espíritu y demás correcciones políticas no son sino concesiones a retrasados mentales que acaban por degradar todo, tontos poseídos por su envidia y su miedo; como el que ha inventado lo de retirar los puntos, que en vez de ayudar a mejorar el tráfico lo ha entorpecido, es más peligroso para la gente pero eso si: beneficia al sistema: lo hacen catedrático y así evitamos que en la universidad haya gente que piense: terrible esa gente.

A pesar de todos ellos, que son visigodos vestidos de baraja mala, la cultura sigue adelante: eso sí, su capacidad de hacer mal no tiene fin, y hay que pararlos: por que si, por que son aburridos: todo lo más capaces de organizar solos es un mercadillo medieval, chinches inclusive.

¿Sabrán algo de la edad media?

¿Sabrán algo de algo?

1 comentario:

Pablo Otero dijo...

"poner en valor"

Analfabestias.