domingo, 14 de junio de 2009

El chico de la película

En la piscina corría el champañ y la cocaína: el gran Gatsby tenía que justificarse en una sociedad que lo creó y lo rechazaba en la misma medida que lo necesitaba; mientras tanto la ley seca demostró que la prohibición y el control social “por el bien común” o “es por vuestro bien” no hace sino generar monstruos y tramas sociales que se enquistan, y acaban siendo parte importante del sistema: el funcionamiento jurídico lo ampara, como demuestra don Vito cuando le dice a Hagen que es su mejor pieza, que lo es; en un mundo de burocracia, comprar burócratas es la mejor inversión, son los mismos burócratas que entregan el poder de La Galaxia a la federación de comercio controlado por el reverso tenebroso de la fuerza, pero eso sí, pletóricos de riqueza, mientras todos se amparan en el rigor social y la corrección política, la misma que hizo que la gente reventara y empezara por donde no debía con el terror del año mil: algaradas, algarabías que acaban buscando un culpable y quemándolo, crucificándolo, o sacrificándolo a sus dioses civiles en sus altares civiles, pero sacrificios de sangre: no pueden comprender que la realidad es más sencilla y que el mundo no es lo que ellos decidan, sino lo que es, basado en lo que ha sido y encaminado a lo que será, nos guste o no la sociedad es autopoiética: y le pegarán fuego a Roma, incendiarán el Reichstag o tomarán el Palacio de Invierno: de mal siempre se va a peor con estas algarabías ¿o la llamada revolución Francesa generó algo bueno? Pero nuestros sátrapas, incardinados en un sistema de relaciones que sólo se comprende desde sí mismo, siguen jugando a trajes y falleras: me demandas por los trajes y me montas el follón: metes la pata y la Pajín no será senadora….eso, es la esencia de los problemas que tenemos: se dedican a cumplirse en su propia ceremonia autoconfigurada y rigurosamente cumplida entre ellos, y mientras hacen eso, no hacen lo que deberían de hacer, siempre suponiendo que supieran hacerlo: porque me temo que en el punto en que estamos cualquiera que “sepa” la solución es un iluminado de psiquiátrico, y grave: pero en vez de fiar al pasado, sosegar ánimos, aplacar iras, se excita lo más bajo de la condición humana y que la gente se pegue como hinchas borrachos de fútbol amañado: ellos, medrando.

Nadie sabe la solución: pero la manera de encarar esta y cualquier situación es aferrarse al pasado, establecer los mínimos y sólo eso, dejarse de alharacas de nuevo rico y temores del año mil que es lo que es el calentamiento global, e ir trabajando y sobre todo dejando a la gente trabajar: esto lo han destrozado, pero aumentan los mecanismos de presión social, de control y de regulación, control social, la “sociedad científica” y planes quinquenales; y sobre lo destrozado los  arreglos no valen: el sistema es el fallo, arreglar el sistema es profundizar la hondura del pozo en vez de mirar a la luz: cambiemos el sistema que nada pasa, y salgan a la luz los desmanes: todos, todos: aquí la satrapía tiene mucho que ocultar, toda, y eso nos condiciona y frena: que cambie el sistema, y a trabajar ¿porqué se enrocan? ¿que ganáis? esa no es la clave, esa gente no nos representa, esos problemas son los que se plantean en los cabarets donde toman el champañ y la cocaína con las gracias de Liza Minelli y la música del Cotton club: mientras tanto en el callejón de atrás, los nazis pegan palizas; los nazis, los socios del comunismo.

3 comentarios:

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Los socios del consumismo.

o s a k a dijo...

el sistema es el problema. Se retroalimenta, es un motor destinado a vivir de sí mismo y su leyenda autoconfigurada por dos siglos más. Sólo tiene un fallo: sus engranajes humanos, sus piezas engrasadas no son tales porque buscan la Luz.

n a c o
venceremos

Meciendocunas dijo...

Ora et labora

Y que cada comunidad establezaca el "Ora" que quiera.

Que cada comunidad decida hasta donde llega con el "labora"

Y la que no sepa hacerlo como los dioses mandan, Adiós muy buenas.

Porque cuando el sistema esta podrido, las celulas cancerigenas que pueden crecer, reproducirse y matar al sistema son las luminosas.


Ora et labora.

Trabajo, ahorro, familia, comunidad, asamblea y acción directa.

Lo demás, pasará. Por encima de nosotros, desde luego. Pero, ¿Quien no es recio para aguantarlo? Pues ese nos sobra.