miércoles, 10 de junio de 2009

Arde la calle

Ayer me encontré a Blanca: sigue siendo una mujer preciosa veinte años después de abandonar la universidad; como todas mis compañeras, han sabido madurar: como casi ninguno de mis compañeros: deplorables, siguen instalados en el discurso de la progrez abyecta y de retórica de politicastro de la guerra civil: da bastante vergüenza cuando hablas con algunos los parámetros en los que analizan la realidad: auténticos silogismos cargados de retruécanos para no querer ver la vida como es: esconderse de la verdad no la ahuyenta; pero eso son condicionantes de la persona, y nadie debe meterse en ello. Blanca, como la gente en el bar, como las mamas del colegio, como los trabajadores del bar a las seis de la mañana, como la gente en el Corte inglés, como la gente que vas viendo y las conversaciones que vas escuchando, todos tienen ímpetu, ganas: la gente está deseando arrimar el hombro y esforzarse para salir de esta, pero se encuentran frenados por la deplorable realidad, que ahogando en burocracias todo, impide que la gente en el uso de su libertad salga adelante: parece que interesan más comedores sociales y mafias organizadas, más o menos vinculadas al poder, que la libertad y la gente sacando adelante España.

Y no son gente que pueda adscribir a partidos o corrientes de politiquez: al revés, da igual eso: la gente quiere salir de esta y está dispuesta y con ganas de trabajar, pero el sistema frena toda iniciativa, parece que no quiera que destaque nadie que no esté preparado, con el carnet de destacar otorgado por la administración, por triplicado y con certificado parroquial pero por lo civil: el miedo a la libertad de los demás es algo deplorable, cuando eso es el inserto larvado en la casta política, cuando se deriva toda discusión a parámetros en los cuales “se sientan cómodos” los burócratas engolados, y no cuando el sistema se esfuerza en dar soluciones a la gente, mal vamos, mal va todo. No hay que confortar a los burócratas, los líderes políticos; no hay que ofrendar prebendas al poderoso: la sumisión de muchos ha hecho que esto se hunda, cada día un poco más.

Actúan como señoritos de opereta, y les funciona; la gente ya va por otro lado, y no pueden, eso, no es bueno.

Un paseo con una amiga: a la entrada de Valencia por el norte: han puesto un semiedificio vertical que desde luego merece cualquier deplorable calificativo: feo, hasta decir basta; quien entre a Valencia por primera vez desde ahí (lo que antes se llamaba el semáforo de Europa) seguramente se vaya espantado de que vaya ciudad más fea: tendrá razón si hace eso.

La gente tiene ganas de esforzarse, trabajar y salir de la crisis: ¿que es lo que falla?

8 comentarios:

Meciendocunas dijo...

Falta creerselo. Creer, tener fe en que el estado no lo es todo, sino nosotros.

Me pregunta usted que podemos montar. No hace falta montar nada que sea grande. Lo debemos montar cercano. Potenciar lo real y directo es poenciar lo del día a día. Y ayudarnos con las nuevas tecnologías.


No se necesitan sindicatos cuando las redes sociales te unen a la gente y te pueden echar un cable desinteresado para encontrar curro. Tenemos las relaciones de sanrge, las familiares, denostadas por el sistema. La ayuda familiar, el arrimar el hombro, la asamblea de mayores de la familia para decidir acciones comunes, la colaboración entre primos, entre hermanos...formación de clanes y consolidación de los mismos.

Potenciar el sentimiento de hermandad entre gente cercana, entre vecinos, con ayuda de internet. Decisiones asamblearias a todos los niveles sin necesidad de levantarse del sillón. Montar patrullas nocturnas sin necesidad de que el sistema lo sepa para proteger el barrio, actuar acorde a la ley de los hombres y no de los libros.

Y la única idea potenciada de forma macro, que sea la de la noción de nación, de ethnos griego, de "patriotismo liviano", o sea, me importan los de Cádiz en cuatro cosas fundamentales. Delimitar claramente donde está tu grupo y el nivel de cosas que unen conforme nos alejamos del epicentro.


Solo falta mirar como han ido tomando los barrios Banlieus en París los sarracenos para darse cuenta de como se puede montar un sistema ageno al sistema en el corazón mismo del sistema. Salvando las distancias, pero de ello podemos tomar alguna cosa como ejemplo.


En resumen, ir desvinculandonos poco a poco del sistema potenciando lo cercano. Al final, cuando sacas la cabeza de esa confusión descubres que al estado lo necesitas poco.

Ignacio dijo...

¿Montar guettos, o volver a montar el cristianismo?
es triste.

ZP Nunca Mais dijo...

Yo ayer también me encontre con Isabel. Fue un encuentro casual no buscado por ninguno de los dos. A Isabel le ocurre lo que a Blanca, mujer preciosa que ha sabido y sabe madurar por eso ha llegado así a su edad. Todo lo cual confirma mi teoría sobre algunas mujeres: están hechas de mejor materia y espíritu que algunos hombres.

Ignacio dijo...

Luego dicen que usamos el blog para ligar.
¡A ver si algún día se confirma!

Meciendocunas dijo...

Benedicto decidió hace un montón de siglos lo que había que hacer: Ora et Labora. Así, en esos términos tan claros y tan simples, un sin fin de comunidades con orden empezaron a crecer por toda Europa. Fue el auténtico renacer del imperio. Es así, con trabajo y valores claros como podemos salir de ésta, inventando algo nuevo, algo de siempre. ¿Ghetto? ¿cristianismo? Sí, es triste, o no. La globalización, lo amplio y ancho es la trampa del poderoso. Desde siempre vendiendonos grandes territorios, grandes ideales, grandes banderas, grandes naciones...pero ellos cada día más cerrados a ellos mismos. Es lo cercano el problema de ellos. Es el padre de familia hambriento con su AK 47 matando por sus hijos, sus hermanos y sus vecinos. Lo que sobrepasa una comarca es trampa y mentira. Es embeleco y si me apura, entramos en el terreno de la algarabía.

Ignacio dijo...

Te apuro, te apuro

Meciendocunas dijo...

A ver que le parece esto, entonces, para hablar más claro:

Gobierno a nivel de pueblo y comarca. El estado prácticamente inexistente en temas reguladores de la vida y fuerte en valores morales y principios. Una especie de rector moral.

Nuevas tecnologías al servicio del ciudadano para mejorar la participación en asambleas.

Si lo desea, podemos empezar a desmenuzar todo esto poco a poco y ver hasta donde debería llegar cada ente.


Una vez nos hayamos pajeado mutuamente, pero sin mariconadas, ya veremos quien mueve el avión.

Ignacio dijo...

Eso está puesto aquí, municipios y estado, y fuera molestias, como no darte la razón.