domingo, 12 de enero de 2014

Breaking Cat

Toda trama criminal acaba alcanzando un nivel en el cual por su propio éxito está cerca de la máxima entropía: a veces el exceso de dinero es una gran dificultad para justificarlo ante el estado. El rigor de la trama exige que cada una de sus piezas sepa mantener su posición, y sólo ésa, sin ninguna alteración de ningún tipo, pues la estructura de telaraña hace que el fallo en alguno de los miembros rompa todo el juego de tensiones, y dé fin catastrófico a la trama.

En Barcelombia nadie chista al independentismo ni se mueve de sus posiciones más o menos tibias, mas o menos declaradas o supuestas, y en esas siguen medrando: pero, la trastienda da señales: todo el mundo anda buscando la salida: quien no empieza a dedicarse a labores más alejadas del “debate” en cuestión por su trayectoria o ficción, inventa nuevas tareas que lo mantienen lejos de la primera línea: todos saben que del cuento del catalanismo viven, y lo mantienen desde la vehemencia o la tibieza, pero alejándose: quien no afianza sus relaciones con corporaciones de países lejanos, busca en los barceloneses del exilio referencias para buscarse una salida; quien no ofrece sus servicios a universidades extranjeras lo hace dentro de España, por ese orden; quien no se busca un camino por un conocido de la carrera en Nueva York, afianza sus amistades en el pueblo originario de la familia.

Todos están preparándose para escampar, todos saben la debacle que han montado.

Y no sólo es la ficción nacionalista Pujolana, que tal modo de actuación se está dando demasiado: delegados sindicales que se retiran a meditar y “escribir” cuando son auténticos analfabetos; la Aído y la Pajín siguen “luchando” fervorosamente por la causa del fundamento y la esencia de la purezicación: desde Nueva York, con nuestro dinero, a donde mandó Anguita a su hijo a justificar su propia vida; ¿donde anda Zaplana? y todos tienen trabajos en multinacionales aviesas que ¡oh que bien nos va la vida! casualmente colocan a los hijos en países extranjeros: el del Gay Ardón en Brasil, los del orgullo y la satisfacción en Suiza…. los hijos de F. Glez son motivo de risa y chistes en los mentideros de Nueva York en donde hacen payasadas; en Miami hay una recua de empleados de multinacionales que son un reflejo de las cortes españolas.

Ni uno de todos esos ha hecho contrición, ni uno de todos esos tan siquiera se da cuenta de lo que hacen: si cuela, adelante con todo, si revienta, ellos se consideran a salvo.

 

El estado del bienestar, la democracia, Europa ¡como hemos progrecesado!

1 comentario:

ZP Nunca Mais dijo...

Son las ratas que huyen del naufragio.

Saludos