lunes, 26 de enero de 2009

Y en ella reposa mi paz

A raíz de la maldad de Milady: nadie ha sido jamás más mala; pérfida, perversa y depravada; se montó una discusión de lo malas que son las mujeres malas, y salió de ahí una secuencia de posts con las mujeres y los hombres y esas cosas, total nada: es la historia de la humanidad; un hombre y una mujer. Demostrado quedó que la metamujer es Aleta, la señora del Príncipe Valiente; pero los hombres han querido siempre a Apollonia, el amor nunca muere; que se quiere más alla de lo que se es capaz de soportar vivo; que siempre somos eternidad en el amor porque el amor nos constituye, a pesar de la crueldad de Nata, hasta después de muerta la siguen queriendo, la seguimos queriendo, porque somos los tres mosqueteros y milady; somos Blind Pew y somos las cuatro plumas; somos hombres porque somos carne de eternidad. Y sólo las mujeres nos dan consciencia de ser hombres. O a lo mejor eso era antes.
Hoy este post va dedicado, por el nombre: obvio; para Andrea que me arroja gatos desde la profundidad del personaje de los simpsons; Para Silvia, que tiene certezas: para Gon, que las ha de descubrir; Para Rocío, que subleva los sentidos por sosiego; para Lola, escondida en su discreción.

Ricardo Cocciante: Margherita: el amor y la pasión desatadas en un arrebato de pasión demasiado bien explicada.




2 comentarios:

Terzio dijo...

Te perdono los dos pecados de más arriba por el Cocciante y su Margherita (ch'é buona, é bella, é vera).

p.s. Lo que no se es si tienes propósito de enmienda(?).

'

Ignacio dijo...

Difícil me lo pones Deán, difícil me lo pones.