Baba O’Reilly no acaba de entender nada, producto de una mala educación cientifista y sin saberse encajado en la sociedad que ha elegido: entre dos bandas, el va con su vespa y se arroja al abismo: la imagen es poderosa; lo suficiente para que ahora persista en nuestra generación y los inteletuales de progreso y progresa lo asocien a no se cual serie de tv; Baba está enamorado pero es lo de siempre: las mujeres, la perfidia.
Nata deja tan colgado al pobre de Cinema Paradiso que le marca toda su vida, esa ausencia lo condiciona hasta más allá de lo que es capaz de admitir,
Ay
la primera dama
el primer drama
el primer amor
Dice Buarque; más suerte tuvo Michael Corleone: a Apollonia sólo se la volaron con explosivos.
Dante era más tipo pazguato; Borges simplemente se apartó: Poe aun después de muerto, sigue yendo en las noches a dormirse junto a la tumba de Annabel Lee.
Siempre querremos a la chica de ayer.
La chica de ayer es de la edad de Asun, la mujer de un lector habitual, que llevan casados desde entonces, y que ayer tomando café más que la crisis económica nos preocupaba la cuestión de en que mundo están desarrollandose nuestros hijos: los de ellos, con edad de tener ya Apollonia y chica de Ayer, la mía cualquier día siéndolo, si su madastra le deja.
Hemos hecho un mundo en el cual por el progreso científico en vez de deshojar margaritas los chavales leen el horóscopo: los profesores de la universidad van a una echadora de cartas (ni digo quienes ni digo cual pero en Valencia eso es público y notorio) y de vez en cuando van a los santeros cubanos a ofrendarle a Babalú
dame diecisiete velaspa ponerlas en cruz
Es mucho más científico: hablan del Feng shui sin conocer ni siquiera la génesis del Tao Te King, ni comprender la magnitud del I Chin; hablan de sexualidad tántrica sin ni siquiera saber de que va el asunto de los chakras y las encarnaciones de Vishnu: son mucho más científicos: cualquier cosa elaborada o adorada en esa selecta sección de cientifistas, la sabiduría es la que hay en los sobres de azúcar para el café en los bares.
Es una realidad mejor que “la de antes” es más cientifico: la persona se resume a una genitalidad, el hombre sólo es una pieza de una maquinaria paranoica que lleva al socialismo del nuevo hombre del futuro, el mismo que se prostituye por una miseria en cuba para poder comer: científicamente, eso sí.
Sin haber conocido el Credo ni la santísima Trinidad se lanzan a hablar de supercuerdas (dicen que los Qasars….) pero hablan como rebote de campana: ni saben lo que dicen; entender el teorema de Bolzano para ellos es misión imposible: no tienen la capacidad de pensamiento abstracto, de saber que aunque no lo entiendas tu, hay cosas más grandes, aunque tu discernimiento no llegue, la vida se abre paso, y si conoces la existencia del misterio de La Trinidad, el álgebra y el cálculo numérico se te hace fácil, eres más humilde y el conocimiento científico se abre sólo porque comprendes conceptos abstractos.
He dicho conocido: en base al cientifismo presuntamente ateo realmente anticatólico lo que tenemos es una sociedad en la cual la norma y lo valorado y premiado es la mojigatería, la mediocridad, los timoratos y pagafantas: infraseres en general.
Miedo nos daba a Asun y a mi: ¿que princesas azules tendrán estos críos? el que caiga cerca de mi hija, ya no poesías ¿sabrá escribir? su madastra, apenas.
Me asomo a mi vida y está la chica de ayer, veo a los críos de ahora, y me aberro de la mierda de sociedad que les estamos construyendo: no conocerán las bondades del amor, por evitarles el sufrimiento les quitamos el derecho a la vida: ni sienten, ni padecen, no sufren, pero tampoco gozan. Hay que joderse, que disparate.
No mires a los ojos de la gente: me dan miedo: siempre mienten.
4 comentarios:
Hay que mirar a los ojos de la gente, incluso si mienten,para que no sepan que tengo miedo.
El miedo es la semilla del mal.
Una cosa... ¿crees que alguna generación está feliz con el mundo que le deja a sus hijos? y ¿crees que esta época es terrible? pues imagina los de la época de Nerón, o los padres que mueren en medio de una guerra y dejan a sus hijos en pleno conflicto.
Los hijos sobreviven mucho mejor de lo que creemos (y las hijas más aún) :))
Somos la primera generación en la historia de la humanidad que va a dejar menos legado que el recibido, incluye guerras, y lo que quieras.
Eso ha sido la socialdemocracia, la "generación sabática" de la humanidad siendo politicamente correcto; la degradación, siendo normal.
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