sábado, 22 de septiembre de 2007

Sender

En Méjico hay una plaza de las tres culturas, una universidad y un zócalo. Hubo una sonada algarabía, y hubo una conferencia de Sender en la universidad.

Interpelado por vehementes alumnos fué culpabilizado de los "desmanes" de los españoles en hispanoamérica.

Tras demostrar que ni hubo tantos desmanes ni fueron tan exagerados, tan sólo lo normal en momentos de zozobra, no pudo callarse las verdades del barquero.

"No fuimos nosotros. No fueron mis antepasados. Los mios se quedaron en España. Fueron sus antepasados: los que vinieron aquí, aqui cometieron esos desmanes, y aquí se quedaron. No son mis abuelos, son sus abuelos"

Esas si no son las palabras exactas son los conceptos exactos.

Casi lo matan. Hubo de pasar encerrado tiempo y luego salir escondido y despistando protegido por la policía.

Ramón J. Sender era un buen elemento. Autodidacta y buen escritor, algo le hizo sospechar de los comunistas tras Casas Viejas y su viaje a Rusia que nunca confio en ellos: en contrapartida, los comunistas jamás se fiaron de él.

Su exilio fué forzado: fue delatado por todos en todos los bandos; Volvió a España (La tesis de Nancy) y la intención era volver a quedarse.

No era un vehemente militante , de nada, es cierto.

Una de las máximas de la doctrina Goebbels es que mediante los medios de comunicación y la educación, la gente responderá al impulso que se les dé, sea de la naturaleza que sea.

Uno de los dogmas de Lenin es que la mentira es revolucionaria.

Debidamente agitado todo esto, no entiendo porque Hartos se extraña de que los sudamericanos aquí vengan exigiendo que les devolvamos lo que ellos nos robaron a nosotros.

Hay mentiras que cual cuento de hadas para mayores se han extendido; a poco que se estudie se ve que no son ciertas, pero siempre falta ese poco.

No hubo genocidio: aun sobreviven. Hubo mala praxis, y le costó al imperio un más que problema; pero los que lo hicieron, provocaron, sufrieron y gozaron eran de allí y allí se quedaron ellos y su descendencia.

No hubo una España musulmana. Hubo moros aprovechados aquí de los Españoles.Costó echarlos, pero habrá que volver a hacerlo: sólo saben usar lo de otros, ni siquiera copiar.

Si hubieran sido innovaciones suyas lo que se dice en las leyendas que son cosas "de los moros" a los diez días de haber sido expulsados las habrían replicado entre Marruecos y Egipto, al menos. Porque no hay diferencias sustanciales de terreno.

Simplemente, nada aportaron mas que confusión y dolor.

Eso sí: encontrado alguien a quien culpabilizar, nunca para la matraca, el sonsonete, y además convencen a la gente de que son ellos los que lo han pensado por sí mismos.

Pero nunca un argumento: sólo un insulto o una descalificación.

La gente es tratada conforme ellos creen pensar: del mismo modo que gracias a las peliculas de Disney se creen superheroes de salvar no sólo a las ballenas sino a todo el planeta, tratan a los demas como ellos son: la novia del padre de Nemo en buscando a Nemo; con la misma maldición: el día que les pasa algo que no quieren olvidar, su propia naturaleza les condiciona a tener que olvidarlo, a perderlo.

Como una novia vehemente y caprichosa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la dedicatoria.

Embajador dijo...

Es que Sender era un furibundo anticlerical pero en esto tenía más razón que un santo. Y además lo del "fueron sus abuelos, que los mios se quedaron en España" es tan jodidamente inapelable que resulta irritante hasta la nausea. Por eso se ponen como motos, los "indigenistas" de toda la vida cuando se lo espetas. Ahí se tienen que callar la puta boca.

o s a k a dijo...

suscribo el post al 100% (no sabía que conocías a Sender hasta ese punto)

n a c o
desdelterruño