viernes, 7 de septiembre de 2007

La pintada

Mor de mi vecino Federico descubro esta secuencia. A espaldas de la facultad de Psicología; frente al campo de deportes.
No voy a comentarlo. Bastante terrorífico es.
Pongo las fotografías, que además subo a flikr, y la transcripción del texto.




Mi padastro es es un perro y le deseo lo mismo que él a mi, lo (peor)



Prefiere dar trabajo a cualquier otro, para verme marginado y humillado, pero si existe la justicia celestial, sufrirá lo mismo que, me ha hecho que sufra yo en esta vida


Pague por lo que me ha hecho y su homosexualidad salga a la luz,al igual que las de muchos otros padres entre (comillas) de familia.

Esto es en Valencia, septiembre, 2007. Es el horror

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Terrorífico. Y triste...

Anónimo dijo...

Pues sí, la verdad, bastante penoso. Pero, justo hoy he posteado sobre dos casos parecidos. Aquí os dejo los links a las noticias 1 y 2.
En el primero, no quisieron los funcionarios salvar al niño porque temían que les acusaran de homófobos y en el segundo, la madre pensó que dejaba al niño en buenas manos.
(Los links están en inglés).

o s a k a dijo...

8 []

Ignacio dijo...

osaka, no entiendo

Anónimo dijo...

unos ojos bien abiertos y una boca que grita (de susto)

n a c o
ininteligente

El Cerrajero dijo...

Co*o...

lujaban dijo...

Y lo malo es que es cierto y no unico caso

Luis Amézaga dijo...

¿Y la familia? Bien, gracias. Qué tiempos :P

Anónimo dijo...

Tambien cabe la posibilidad de que sea un falso mensaje .
Nunca se sabe lo que hay de cierto en estas denuncias anonimas escritas en las calles .


M.

Ignacio dijo...

No se puede negar eso; pero a ver:
Para leerlo, Federico pasó habitualmente por ahí; está repartido en tres lienzos de pared a lo largo de más de cien metros; sueltos, apenas son legibles; unirlos cuesta si no vas avisado; has de leerlo sólo en una dirección, en la contraria no tiene sentido ni nadie se lo habíra dado, y no es fácil ver el mensaje entero si no es una casualidad como éste caso.

Es demasiado alambicado para ser un truco, suena más a un grito de angustia.