miércoles, 14 de mayo de 2014

Siegan las espigadoras.

Mientras escuchas un disco, no escuchas otro: escuchas ése. esta sencillez ha fundamentado la propaganda en la que se ha sustentado la industria discográfica, y la editorial, al menos desde el “Boom” hay toda una subsección dedicada a lo que hay que leer, que poner de moda: todo eso disperso en revistas, programas de radio y demás, que alimentan a la industria editorial. El bombardeo con las emisoras de radio musicales que empezó en los setenta está dando un momento patético, si no su final: la única que se puede escuchar es Radio clásica, la verdad, y de música, de ser fulgurantes estrellas han pasado a ser pálidos asomos de intereses discográficos. Lo de Radio nacional de España, es algo que no es de juzgado: es de hoguera de la Inquisición, con palos y antorchas.
Y llegó la red.
Morán, Amézaga, Granados, aparecieron por el novedoso método de “alguien conoce a alguien que….”muchos otros aparecieron por las casualidades de la red; los lectores no somos gente de aluvión que leemos al dictado de las modas que se nos imponen, y está transfundiendo a la música: Mélodie toca muy dignamente y la conozco por Sabine, y me alegro, muy recomendable; Diana Navarro ha sido conocida hasta en su existencia por mis lectores, y mi tendencia al pelmismo; Muchos descubrieron a Ariadna Castellanos, las Migas, Dorantes, por mi persistencia: los clichés preestablecidos que inducen al prejuicio van cayendo: es muy difícil no escuchar Orobroy, la caravana de Dorantes o el último disco de Amigo y encasillarlo: el toque se clasifica en directo, las grabaciones son de un vigor que trasciende etiquetas, y prejuicios. A pesar de sus crímenes contra la ortografía, la gramática,  y hasta la caligrafía, Aparisi es en este momento el mejor pintor de España con vida, sin ningún género de duda: y lo podéis ver desde donde estéis.
La red va cambiando prejuicios, usos y costumbres: la información ha dejado de estar al servicio de la propaganda porque se pone inmediatamente en evidencia, y de tal modo va saliendo la transmisión de la cultura: creo que sería muy difícil que yo hubiera escuchado a Mélodie si no fuera por Sabine; y así va todo: prima el producto sobre su difusión, moda, valoración o etiqueta.
Y en lo que se refiere a creación literaria, transmisión de pensamiento, o escritura me temo que soy de los que vamos a establecer el paleomomento: porque así como este texto va trufado de enlaces a otros por si no los conocéis los vayáis viendo, si queréis, se puede hacer más allá del metatexto una creación que conlleve la mezcolanza de videos/música/ pintura, fotos, hiperenlaces, secuencias, y niveles de creación como los que buscaba infinitamente Cortázar, en modelos para armar que pueden dar de si un nuevo momento de creatividad y creación al cual estaré encantados de asistir.
Y las espigadoras de Millet me miran desde el pasado alumbrando al futuro, que hay que saber mirar, ver y no dejarse llevar por oleadas (eso es cosa de orcos) y discernir: así, la vida es mucho más divertida.
Aunque por todas partes se empeñen en proscribir la alegría.

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